Votantes de Ohio dicen: Hay fraude – cuenten los votos

La multitud que llenaba una iglesia afronorteamericana en Columbus, Ohio, el domingo, 28 de noviembre, aplaudió cuando el reverendo Jesse Jackson animó al Tribunal Supremo de Ohio que declare nulo la victoria cerrada de George W. Bush en este estado clave.

Jackson afirma que hubo un “patrón de intenciones” para suprimir el voto negro en Ohio que Bush dice ganó por 136 mil votos. “Podemos vivir con perder una elección”, dijo Jackson. “No podemos vivir con el fraude y el robo”.

Su discurso fue el punto culminante de una ola exigiendo que se investigue la supresión de votos en Ohio, la destitución del secretario de Estado de Ohio Kenneth Blackwell y que se vuelvan a contar todos los votos.

Jackson demandó la destitución de Blackwell que fue presidente de la campaña Bush-Cheney 2000 para Ohio. “El dueño del equipo no puede ser el árbitro también”, dijo Jackson. “Necesitamos la supervisión federal de las elecciones federales. Ahora tenemos 50 maneras separadas y desigual de votar. No puede haber un albergue seguro para un proceso defectuoso que priva a gente del voto”.

Agregó el líder de derechos civiles, “No podemos tener elecciones públicas en máquinas de propiedad privada, especialmente cuando uno de los dueños [de las máqinas] se comprometió a entregar el estado a George Bush”. Él hablaba de Walter O’Dell, jefe de la corporación Diebold, basada en Ohio, que es la manufacturera más grande de maquinaria de votar, que prometió en una actividad de recaudación de fondos en Cleveland ganar los votos de Ohio para Bush-Cheney.

Jackson continuó diciendo que estas máquinas se pueden. Él dijo que la situación “no está pareja”. Él siguió diciendo que los estadounidenses “no debemos estar mendigándole a un secretario de Estado que haga un conteo de votos justo. No podemos ser el hogar del pillo y el país de la esclavitud”.

La cosa, él dijo, no es cuestión de John Kerry contra George Bush. “Esto tiene que ver con Medgar Evers y Fannie Lou Hamer y Viola Liuzzo. Con Goodman, Chaney y Schwerner, y los 27 años en prisión de Nelson Mandela”.

Unas vistas públicas el 13 de noviembre en Columbus celebradas por la Coalición de Ohio para la Protección de Elecciones escuchó a testimonio bajo juramento de 32 votantes, jueces electorales, trabajadores en las urnas y observadores legales en Ohio sobre muchas irregularidades.

“No hay manera que el margen con el cual Bush ganó siga igual si se cuentan los votos de nuevo, hay muy muchas discrepancia”, dijo la coordinadora estatal de la Coalición, Jocelyn Travis en una entrevista telefónica con Nuestro Mundo. “Al fin y al cabo hubieron muy muchos problemas que suman a que el voto fue suprimido, especialmente en los precintos negros y latinos”.

Una falta de máquinas para votar forzó a que votantes tengan que esperar hasta 12 horas bajo una lluvia fuerte y fría para poder votar, ella dijo. “Las filas era tan largas que gente tuvieron que irse sin votar. Tanta gente tuvieron que depositar un voto provisional y esto provoca preguntas sobre si la gente recién inscrita para votar estaban puesta correctamente en el sistema. Nosotros apoyamos que se vuelvan a contar los votos. De otro modo, la gente va a perder confianza en la integridad del sistema”.

Durante las vistas públicas, un testigo habló de un precinto en el condado Franklin donde contaron 4.258 votos para Bush a pesar de que solo votaron 628 personas. Los votantes del condado Franklin esperaron horas para poder votar. Sin embargo, 68 máquinas de votar se quedaron almacenadas y nunca las usaron el día de elecciones.

El reverendo Werner Lange, un pastor de Youngstown, dijo que pusieron “lamentablemente insuficiente” máquinas de votar. Él estima que hubo “una pérdida de 8.000 votos en la comunidad afronorteamericana en solo la ciudad de Youngstown ... y eso sería la pérdida de unos 7.000 votos para Kerry para presidente en Youngstown ...”.

Matthew Segal de Gambier, Ohio dijo en la vistas públicas que los estudiantes del Colegio Kenyon y residentes de Gambier tuvieron que esperar “en fila hasta 10 a 12 horas en la lluvia”. Muchos se fueron sin votar para asistir a clases. “Como resultado de esto, los votantes fueron privados del voto”, él dijo. Para comparar, los precintos de mayoría republicana tuvieron suficiente máquinas de votar.

Tim Rusch, del Instituto Nacional de Derecho al Voto, le dijo a Nuestro Mundo, “Nosotros apoyamos que vuelvan a contar los votos en Ohio debido a las extensas irregularidades”. Un declaración conjunta de este grupo con People for the American Way, Causa Común y el Proyecto Fannie Lou Hamer dice, “Creemos imprescindible que, en una democracia, el voto de cada ciudadano sea contado”, agregando, “Aproximadamente 93 mil papeletas [en Ohio] no fueron contadas porque los votantes o votaron por más de un candidato presidencial o no votaron en la contienda presidencial. Puede ser que oficiales de elecciones en Ohio estén descalificando impropiamente a miles de las 155.000 papeletas provisionales depositadas”.

Dirigentes del Partido Verde y el Partido Libertario han acudido a los tribunales demandado para que vuelvan a contar los votos en Ohio. Los dos partidos han recaudado $113,600, o sea $10 por precinto para pagar por el conteo. Blackwell dice que las leyes estatales lo permiten limitar el conteo a solo unos pocos días. Él dijo que él va a certificar el voto de Ohio entre el 3 y 6 de diciembre y que el conteo tiene que completarse para el 13 de diciembre, fecha en que los electores de Ohio están programados para reunirse.

La Oficina Gubernamental de Responsabilidad va a investigar 57 mil quejas de irregularidades electorales, durante y después de las elecciones del 2004, entregadas a la Comisión sobre lo Judicial de la Cámara de Representantes federal. La investigación es a petición de un grupo de congresistas de ambos partidos.