Cubanos de Miami denuncian reglamentos de Bush

MIAMI – En la “Pequeña Habana” de Miami, hay una erupción de descontento contra los nuevos reglamentos proclamados por George W. Bush, que limitan estrictamente a cubanoamericanos el contacto con sus familias en Cuba.

“Esta gente está loca”, dice Silvia Wilhelm, nacida en Cuba y directora del grupo Puentes Cubanos, basado en Miami que organiza contactos gente-a-gente entre Estados Unidos y Cuba. “Estos reglamentos no tienen nada que ver con la democracia en Cuba, pero tienen todo que ver con la política electoral norteamericana. Los reglamentos son anti-norteamericanos y anti-cubanos”.

Los nuevos reglamentos reducen de una vez al año a una vez cada tres años la frecuencia máxima de visitas por parte de cubanoamericanos a sus familiares en Cuba. También reducen de $181 por día a $50 por día la cantidad de dólares que pueden gastar en Cuba, y hace mucho más difícil entregar los $100 por mes que se les permiten a cubanoamericanos remitir a sus familias en Cuba. La comunidad cubamoamericana también está furiosa con la definición restringida de la familia adoptada por Bush. Tíos, tías, primos y primas quedan excluidos, pero estos se consideran como “familia inmediata” en la cultura cubana de familias extendidas.

“Después que el huracán Charley golpeó a Cuba, me comuniqué con mi primo”, dijo Wilhelm. “Estaba desesperado. Había perdido la mitad del techo de su casa. Pero bajo estos reglamentos ni puedo ayudarle a él. ¿No puedo ayudarle a mi propio primo? ¡Qué antiamericano!”

Aumentando el descontento es una propuesta de ley introducida por el representante estatal David Rivera (republicano de Miami) que les quitaría cupones de alimentos, beneficios estatales de seguro médica y otros beneficios a residentes de ese estado que visitan a Cuba ilegalmente. La medida se ve generalmente como atentado de intimidación dirigida a cubanoamericanos.

Wilhelm dijo que su grupo organizó una conferencia en Cuba a beneficio de la Fundación para la Salud de la Mujer con una organización contraparte en Cuba. El resultado fue un simposio internacional sobre cuestiones de género que contaba con la asistencia de 35 mujeres de EEUU, con el plan de transformarlo en proyecto que continuará. Luego se les terminó la licencia y el proyecto cayó a tierra. “La realidad es que la administración Bush no quiere que nadie viaje a Cuba, y punto”, dijo Wilhelm.

Los reglamentos han sido la causa de las más grandes manifestaciones callejeras que jamás se han visto en Miami contra la política anticubana. Casi 400 cubanoamericanos y sus aliados se estuvieron presentes en una rueda de prensa el 20 de mayo, y 600 se manifestaron el 24 de julio frente a la oficina del congresista Lincoln Díaz Balart, exigiendo la revocación de los reglamentos. Díaz Balart, cuyo padre fue oficial de alto rango bajo el régimen de Batista, fue autor de los reglamentos abrazados por George W. Bush.

Los opositores a los reglamentos ya están organizando una manifestación para el 3 de octubre, que se espera que atraiga a miles. “Al terminarse eso, tenemos planes de inscribir gente a votar en las elecciones del 2 de noviembre”, dijo Wilhelm.

El diario The St. Petersburg Times reporta que cubanoamericanos andan cambiándose del Partido Republicano a los demócratas. Fernando Amandi, cubanoamericano y republicano vitalicio, ex ejecutivo de una compañía entre las “Fortune 500,” recientemente cambió a los demócratas y ahora sirve como vicepresidente del comité de finanzas de la campaña de Kerry en Florida.

Una encuesta conducida por Miami International University en las comunidades cubanoamericanas de los condados de Miami-Dade y Broward encontró que, desde que se impusieron los nuevos reglamentos, el apoyo a Bush ha caído por más de 80 por ciento al 58,4 por ciento. Bush ganó 81 por ciento del voto cubanoamericano en Florida en las elecciones robadas del 2000. Bush y Al Gore estaban separados por menos de 600 votos en Florida. Esta misma encuesta mostró que una mayoría contundente de 77 por ciento de cubanoamericanos en el sur de Florida cree que el bloqueo contra Cuba “no ha servido” y un 56 por ciento favorece al diálogo en lugar de esfuerzos para someter a Cuba por medio del hambre.

Tessie Aral, nacida en Cuba pero criada en EEUU, es vicepresidente de la empresa ABC Charters. Mientras comimos en un restaurante cubano aquí, ella le dijo a Nuestro Mundo que está activa en una coalición que está trabajando para llenar a dos contenedores de carga con 40.000 libras de alimentos, medicinas y otros artículos de primera necesidad para víctimas del huracán Charles que acabó de devastar a Cuba.

Hasta julio, su compañía vendía cada semana pasajes a 450 o más cubanoamericanos para vuelos especiales a La Habana. Ahora vende apenas 50 pasajes por semana, y ella se vio obligada a dar de baja a 10 de los 16 trabajadores de la empresa. “Estos reglamentos fueron como cerrar una puerta de un cantazo”, le dijo a Nuestro Mundo. “Son discriminatorios porque afectan únicamente a un grupo minoritario, basado en su origen étnico. Soy republicana. Estoy tratando de reunir a un comité de republicanos cubanoamericanos en contra de estos reglamentos. Algunos están pensando en votar por Kerry. Según el récord de Kerry, yo creo que él estaría a favor de levantar estas restricciones”.

Anna Limia, también de ABC Charters, nació en Cuba, hija del vicepresidente de operaciones cubanas de la General Electric. Ella emigró a EEUU con su familia en 1964. “He vuelto a Cuba ocho veces en los últimos cuatro años. Me encanta”, dijo ella. “No me gusta su política. Sin embargo, es el país más bello del mundo. Quisiera decirle a mi hija, ‘Regresa a Cuba. Vea las raíces de tu familia’. Pero ya no puedo hacer eso. Vemos la manipulación por parte de los medios de comunicación. Vemos a la gente intimidada. Pero aquí estoy hablando porque conozco mis derechos. Estos reglamentos están equivocados”.

Se puede comunicar con el autor al greenerpastures21212@yahoo.com.