Congreso: Regalos para los ricos y penas para los demás

WASHINGTON – La mayoría republicana del Congreso salió para sus casas para las celebraciones del fin del año después de hacer regalos para los contribuyentes a sus campañas políticas, pero no hizo nada para mejorar la situación de los que han estado cesante por mucho tiempo, ni los ancianos.

“Es casi inconcebible para mi que el liderazgo político va hacer el papel del Grinch otra vez”, dijo la líder de la minoría demócrata en la cámara baja del Congreso Nancy Pelosi, congresista por California. Ella estaba comentando sobre el rechazo de la Cámara y el Senado de aprobar otra extensión en beneficios por desempleo.

Sin embargo, los demócratas del Senado pudieron bloquear que se apruebe un proyecto presupuestario que le otorgaría millones para los ricos. Con esta demora hasta enero del año entrante, el movimiento laboral y sus aliados tendrán más tiempo para luchar por preservar pago por horas extras (overtime) y en favor de una extensión para los cesantes cuando el Congreso abra en el 2004. George W. Bush está amenazando con vetar el proyecto si los legisladores incluyen la protección de pago por horas extra para unos ocho millones de trabajadores. El liderazgo republicano sacó la protección del proyecto.

Oficialmente hay 8,7 millones desempleados. Esto no cuenta los millones que dejaron de buscar para empleo que no existe ni los tal llamado “subempleados”, gente que trabajan a tiempo parcial porque no encuentran trabajo a horas completas. A dos millones se le ha acabado los beneficios estatales por desempleo y pronto agotarán las 13 semanas extra de extensión. Porque el Congreso no extendió otra extensión, entre 80.000 y 90.000 trabajadores cesantes perderán todos sus beneficios.

John Sweeney, presidente de la AFL-CIO, criticó a los legisladores por ceder paso a las amenazas de Bush de vetar el proyecto y dijo que no entendía como la Cámara pudo aprobarlo el proyecto presupuestario “sin protección para las horas extras trabajadas por los trabajadores y sin extender los beneficios por desempleo para millones de trabajadores norteamericanos”.

El Congreso 108 será recordado por aprobar una resolución sin precedencia autorizando una guerra preventivo contra Irak, un país que no atacó a Estados Unidos, y por aprobar un obsequio de la administración Bush de $1.700.000.000.000 para los ricos en recortes de impuestos. Será infame por pasar un plan de medicamentos para los ancianos bajo Medicare que provee poca o ningún beneficio, y hasta sube el costo de los medicamentos, para algunos ancianos, mientras enriquece a las compañías farmacéuticas y de seguro médico, abriendo, de esta manera, la puerta a la privatización del Medicare. Se espera que estos temas sean gran parte del debate en las elecciones presidenciales y para el Congreso en el 2004.

El plan de medicamentos fue criticado en una manifestación el 8 de diciembre como “Malo para ancianos y bueno para los intereses especiales”. Hablando del liderazgo republicano de ambas cámaras del Congreso, el senador demócrata por Massachusetts, Edward Kennedy, dijo, “Se vendieron”. Él apuntó que la ley que creó al Medicare fue promulgado por un Congreso con una mayoría demócrata en el 1965 y firmado por el entonces presidente Lyndon Johnson contra una fuerte oposición republicana. Él acusó a Bush y los republicanos de querer destruir Medicare y el Seguro Social, privatizándolos.

Una declaración de la Alianza de Norteamericanos Retirados, emitida en la manifestación, dijo, “Es un escándalo que los miembros del Congreso pasaron un proyecto malo para poder irse a sus casas y jactarse de una victoria política vacía. Este es un día triste para los ancianos” de EEUU.

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