DETROIT — Como 43 mil obreros dejaron caer sus herramientas el 10 de octubre en fábricas de Chrysler a través del país en la segunda huelga en dos semanas en la industria automovilística, aunque esta era más bien simbólica. Los obreros salieron a solo minutos antes de la hora límite de la 11 de la mañana y se quedaron afuera varias horas por el resto del turno.
Como una hora después de que los obreros cerraran las cadenas de montaje, los negociadores del sindicato estaban trabajando con los últimos detalles del convenio. Se reporta que la compañía estaba poniendo una resistencia fuerte en contra las reclamaciones del Sindicato de Obreros Unidos Automovilísticos (UAW) en favor de garantías de seguridad de empleo y suficiente financiamiento para el seguro médico.
Los obreros mostraron a través del país que estaban dispuestos a mostrar su fuerza y luchar por un mejor convenio.
“Esto no es solo una pelea en contra de Chrysler”, un obrero haciendo piquete en la planta Sterling Heights cerca de Detroit le dijo a Nuestro Mundo. “Estamos aquí para todos en este país que se oponen a que se manden los trabajos de manufactura al extranjero, y estamos aquí luchando por toda la gente trabajadora”.
La Hermandad Internacional de Tronquistas inmediatamente observó al piquete en Chrysler, poniendo fin a la capacidad de la compañía de mover ningún carro o pieza automovilística dentro o fuera de las plantas.
Cuando los Tronquistas respaldaron a los huelguistas en GM hace dos semanas, el presidente de ese sindicato, James Hoffa, dijo, “Esto es una lucha en contra de los ataques de las empresas de Norteamérica en contra de los obreros”.
Hubieron reportes de que Chrysler estaba tratando de sacar del sindicato más concesiones de las que hizo con GM. Los obreros de GM ratificaron el convenio con 60 por ciento votando aceptarlo el 10 de octubre.
Normalmente cuando se acepta un convenio con uno de los tres fabricantes estadounidenses de autos, se usa ese acuerdo como el patrón para las otras dos. Fue difícil para el UAW hacer esto visto que Chrysler trataba de buscar aun más concesiones.
Aunque 60 por ciento de los obreros de GM votaron por el acuerdo, los obreros de Chrysler y Ford no necesariamente van a votar para un convenio de concesiones. Cuando 61 por ciento de los obreros de GM aceptaron el convenio negociado hace cuatro años, los obreros de Chrysler y Ford le dieron menos apoyo con solo un poco más de 50 por ciento.
Los obreros en muchas fábricas de GM, incluso plantas en Missouri, Nueva York y Michigan, rechazaron el convenio.
Al Benchich, presidente del Local 909 en Warren, Michigan, dijo que la globalización capitalista hace el trabajo del UAW más difícil, pero los problemas con el sistema de dos niveles y del seguro médico son tan malo que él prefiere “perder luchando”.
“El único poder que tenemos”, agregó, “es el de no trabajar... Puede ser que tengamos que regresar a [las tácticas de] los 1930s y hacer barricadas”.
Breve paro en Chrysler