Exigen libertad para antiterroristas cubanos

WASHINGTON — La lucha por la libertad de los Cinco Cubanos llegó a nuevas Alturas el 23 de septiembre cuando activistas de diferentes ciudades de Estados Unidos se presentaron en Washington para protestar su encarcelamiento marchando hasta la Casa Blanca. Las actividades incluyeron un foro en la Universidad George Washington.

Los Cinco cubanos — Antonio Guerrero, René González, Fernando González, Gerardo Hernández y Ramón Labañino — fueron arrestados por agentes federales en 1998 mientras estaban observando las actividades de los extremistas derechistas en Miami. Los extremistas estaban organizando bombardeos y otras actividades terroristas contra Cuba.

Los Cinco fueron declarado culpables de conspiración y condenados a sentencias de 15 años a cadena perpetua. Su caso se está apelando.

Las actividades en Washington fueron parte de la Jornada Internacional de Acción para liberar a los Cinco. La jornada termina el 6 de octubre, el 30 aniversario del derrumbamiento de un aeronave cubano por un grupo entre los que figuraban Orlando Bosch y Luis Posada Carilles. Setenta y tres pasajeros fueron matado en ese atentado.

Actualmente Posada está detenido por entrar en EEUU ilegalmente, siendo ciudadano naturalizado venezolano, país que pide su extradición por el derrumbe del avión cubano.

Durante la marcha se exhibieron pancartas que exigían a las autoridades estadounidenses a que permita visitas familiares para todos los Cinco. Después de hacer piquete ante la Casa Blanca los manifestantes se reunieron en el Parque Lafayette, al cruzar la calle de la Casa Blanca, donde Andrés Gómez, dirigente de la Brigada Antonio Maceo en Miami, leyó los nombres en voz alta de los que murieron en el derrumbe del avión cubano. Después de cada nombre, los parti-cipantes voceaban, ¡Justicia!

El foro en la universidad se enfocó en la historia del terrorismo derechista, antiguo y moderno.

Posada, por ejemplo, ayudó orquestar una serie de explosiones en La Habana en 1997. Livio DiCelmo, cuyo hermano Fabio, un turista italiano visitando a Cuba, murió en uno de los atentados y habló en el foro sobre la angustia que sufría su familia.

Leonard Weinglass, abogado de Antonio Guerrero, dijo que era durante esa época que el gobierno estadounidense violó un entendimiento que tuvo con Cuba. En vez de usar la información obtenida por los Cinco para poner fin al bombardeo de hoteles y otras conspiraciones, el FBI arrestó a los Cinco antiterroristas cubanos.

Francisco Letelier recordó el asesinato de su padre, el diplomático chileno Orlando Letelier, en Washington el 21 de septiembre 1976. Posada también fue implicado en ese crimen.

Letelier fue canciller en el gobierno socialista de Salvador Allende, que fue derrocado con la ayuda de la CIA de EEUU. La estadounidense y colega de Letelier, Ronni Moffitt, también perdió la vida en el intentado.

Franciso Letelier habló de lo similar que hay en “las tácticas del terrorismo de Estado” que sale cuando “gente se enfrentan al poderío con la verdad o toman su destino o su derechos humanos en sus propias manos”. él dijo que la campaña de mentiras contra los Cinco cubanos era parecida a la que se lanzó contra su padre muerto.

él también habló de la “relación histórica” entre la jornada por los Cinco y los “pueblos a través de las Américas en busca de la soberanía, libertad directa, autodeterminación, justicia y derechos humanos”.

Weinglass recordó una rueda de prensa en Miami poco después de la derrocamiento de los países socialistas de Europa que apoyaban a Cuba. En esa los paramilitares derechista cubanoamericanos definieron a Cuba como una Zona de Guerra y le advirtieron a los turistas de esto.

Esa declaración, dijo Weinglass, figuró en la decisión de Cuba enviar a los Cinco a hacer investigaciones en el sur de Florida. Los líderes cubanos ya no podían tolerar la falta de atención de Washington y la ONU antes los reclamos de Cuba contra el terrorismo.

Subrayando la naturaleza política del caso, Weinglass resu-mió la versión de la fiscalía sobre los cargos de conspiración. Este fue, en esencia, que “aunque no cometieron ningún espionaje, en algún periodo de tiempo no especificado, podrían cometer espionaje”. Weinglass reportó que los Cinco no obtuvieron “ni una página de información clasificada” de EEUU.

Además de foros y manifestaciones, se está pidiendo que gente llamen a sus congresistas para exigir que los Cinco sean puesto en libertad bajo palabra, mientras apelan sus sentencias al Tribunal Supremo.



Agrega su voz por la libertad de los Cinco

Llame a su congresista y dígale que pongan a los Cinco en libertad bajo palabra mientras apelan su caso al Tribunal Supremo.