Egipto: Los ‘intocables’

Comentario

La prensa independiente y no gubernamental de Egipto está tratando de resistir a los reglamentos gubernamentales que socavan a la libertad de expresión y le niega a la mayoría del público el derecho a tener una noticias balanceada y amplia. El mes pasado decidieron algunos periódicos escribir sobre el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y su hijo Gamal. Mucho de lo que fue escrito era de poca novedad para el egipcio típico; la salud de Mubarak ya es una cuestión grave, y él está preparando a su hijo, Gamal, para heredar la presidencia.

Pero lo nuevo fue lo que pasó después. El gobierno presentó pleitos judiciales en contra de todos esos periódicos independientes y en menos de un mes, fueron sentenciados a la cárcel 11 periodistas egipcios, cinco de ellos directores máximos de periódicos. La semana pasada casi dos docenas de periódicos egipcios se fueron en huelga y suspendieron la publicación como protesta en contra de los encarcelamientos.

Las últimas represalias contra los medios informativos liberales llegaron poco después de acciones gubernamentales contra el movimiento “Hermandad Musulmana,” e hicieron mandar un mensaje muy claro al público de Egipto de que toda forma de oposición, aun pacífica, será tratada de la misma manera, aunque puede variar la cantidad y calidad de la represión contra los distintos grupos opositores.

Mubarak está en el poder desde octubre de 2007. Fue reelegido en 2005 en unas elecciones muy controvertidas que fueron boicoteadas en gran parte por los partidos opositores de mayor influencia. Como presidente nuevamente reelegido, Mubarak luego prometió mantener la transparencia y compartir el poder y le aseguró a un público cauteloso que no había plan ninguno para nombrar a su hijo con heredero de la presidencia.

Sin embargo, muy poco después Gamal Mubarak fue nombrado para encabezar al comité de políticas, que lo transforma en realidad en la segunda figura más poderosa de Egipto. Y además de eso, luego comenzó a formar y dictar la política interna y extranjera del país.

Como dijo un amigo mío, “La familia de Mubarak son los dueños y señores de la tierra de Egipto, así que tienen todo derecho de manejarla a su antojo. Son los intocables”.