Amplia resonancia internacional ha de tener la participación del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, en la 61ª sesión anual de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York. Al igual que sucedió el año anterior, su intervención se salió un tanto del marco habitual en este tipo de reuniones, pues empleó un lenguaje sencillo y directo, como lo entienden los pueblos, al referirse a los graves problemas que confronta hoy la humanidad y en particular a las amenazas que la política del actual gobierno de Estados Unidos representa para un gran número de países.

Como se puede comprobar en el texto de dicha intervención, el presidente Chávez se refirió de manera concreta a las agresiones que el imperialismo estadounidense lleva a cabo actualmente en diferentes partes del mundo. Señaló con toda precisión la descarada injerencia de Estados Unidos en los asuntos internos de Venezuela, y sobre todo personalizó en el actual presidente de ese país, George W. Bush, la responsabilidad por tal política como representante de los intereses de los monopolios petroleros y las empresas transnacionales.

Asimismo, el presidente Chávez reiteró su propuesta de cuatro puntos para la reforma de la vigente Carta de las Naciones Unidas, adoptada en 1945. Como es sabido, tal propuesta la presentó el presidente Chávez en ocasión de la anterior sesión anual de la Asamblea General.

Más allá de la denuncia y la reiteración de la propuesta, también el presidente Chávez destacó el despertar de los pueblos en esta hora en que la supervivencia de la especie humana está en peligro por las consecuencias de las agresiones bélicas y la destrucción del ecosistema del planeta por el modo de explotación del sistema capitalista.

En Venezuela es notable el interés por los asuntos internacionales como producto del debate ideológico y político que ha generado la Revolución Bolivariana, y el cual va acompañado por expresiones de solidaridad y cooperación con todos los países del mundo.