Familiares de soldados, junto con veteranos de otras guerras, salieron esta semana con una misión sin precedencia. Ellos viajaron a Irak como parte de una gira de paz de siete días.
Contrario a lo que hizo Bush, que pasó dos horas el Día de Acción de Gracia en una visita de campaña política, estas familias – con hijo o esposos sirviendo en Irak – se reunirán con tropas estadounidense, civiles iraquíes, organizaciones de derechos humanos y por los derechos de la mujer, igual que con el Concilio de Gobierno Iraquí y las autoridades militares de ocupación norteamericanas.
“Nuestra misión no fue para que nos tomaran fotos”, dijo Fernando Suárez del Solar, de Escondido, California. Suárez del Solar es padre de Jesús, un infante de marina que murió en Irak. “Nuestra misión es hablar con los iraquíes comunes y tropas estadounidense, averiguar que pasó y que podemos hacer para poner fin con la violencia y regresar las tropas a sus casa”, él dijo.
Michael McPhearson, otro delegado que es un veterano de la Guerra del Golfo Pérsico y tiene un hijo sirviendo en el servicio militar, dijo, “La única agenda de nuestra delegación es descubrir la verdad”.
Antes de ir la administración Bush le dijo al grupo de diez miembros de familias militares y los veteranos que ellos no le podían garantizar su seguridad. Los militares le han negado permiso a los familiares entrar en bases militares, pero la delegación tiene planes de reunirse con sus hijos y esposos.
El Centro Internacional de Vigilancia a la Ocupación (IOWC por sus siglas en inglés) e Intercambio Global están auspiciando el viaje. La delegación incluye a miembros del grupo Hablan las Familias Militares, una organización pacifista de más de mil familias militares. El IOWC fue iniciado por grupos de paz e incluye a Unidos por la Paz y Justicia, una coalición de 600 organizaciones.
Al regresar el 8 de diciembre, el grupo tiene la esperanza de reunirse con la administración Bush y la Organización de las Naciones Unidas, además de los 25 congresistas que escribieron una carta en apoyo de su delegación.
Annabelle Valencia, una asistente de maestra bilingüe en la escuela superior Sunnyside en Tucson, Arizona, formó parte de la delegación, tiene dos hijos sirviendo en Irak. Valencia y su esposo Jesús, respaldaban la guerra cuando empezó, pero ellos a empezaron tener dudas cuando las razones dada por la administración Bush fueron desmentidas.
Antes de salir para Irak, ella le dijo al periódico Arizona Daily Star, “Yo sé que es muy arriesgado ir a Irak ahora, pero me siento obligada a ir ahí. Yo quiero ver a mi hijo e hija y hablar con otras tropas. Yo quiero hablar con la gente iraquí, especialmente las mujeres”, dijo Valencia. “Y yo quiero hablar con las autoridades estadounidense ahí y preguntarle cuando van a enviar a nuestras tropas a casa y permitir que los iraquíes gobiernen su propio país”.
Llevando un mensaje de paz es solo una de las misiones de esta delegación. Ellos van buscar información y hablar de su experiencia en este país para con el motivo de influenciar a la opinión pública para poner fin a la ocupación.
Otro miembro de la delegación, Mike Lopercio, que es dueño de restaurante en Tempe, Arizona, tiene planes de visitar a su hijo, Anthony, un soldado raso en el Ejército que está estacionado cerca de Fallujah. Él le dijo a la prensa, “Una de las cosas que me confunde es que, cuando yo estaba creciendo, la guerra en Vietnam estaba pasando y todo el mundo la estaba mirando con escepticismo. Con esta guerra, si hay algo, es desinterés. Estamos enfocándonos en Jacko [Michael Jackson], Kobe Bryant. Si este viaje nos ayuda a enfocar de nuevo nuestra atención donde debe estar, aunque sea un poquito, el viaje sería exitoso. Por eso lo que estamos haciendo en Irak puede tener grave consecuencias para generaciones”.
Suárez del Solar, el jefe de la delegación, está llevando miles de cartas de paz de niños de EEUU a los niños de Irak, y también suministros médicos para hospitales. “A los americanos comunes le gustan la paz”, él dijo. “El enemigo no es el pueblo de América”.
Se puede comunicar con la autora al jleblanc@pww.org.
Familias militares por la paz en Irak