Victoria para marinero que dijo no a la guerra

Un juez militar de la Marina de Guerra se negó encarcelar a Pablo Paredes por negarse ir a Irak. Esto constituye una victoria para los militares que resisten participar en la guerra en Irak.

Citando “un deber más alto a mi consciencia y a la ley suprema del país”, Paredes, de 23 años, rechazó ofertas de obtener un castigo menos duro en cambio por declararse culpable. Él le dijo al juez, “Yo soy culpable de creer que esta guerra es ilegal. Yo soy culpable de creer que guerras en todas sus formas son inmorales e inútiles, y yo soy culpable de creer que como miembro del servicio militar, tengo el deber de rechazar a participar en esta guerra porque es ilegal”.

Los fiscales pidieron que el juez sentencie a Paredes a nueve meses de cárcel militar y después le den de baja por mala conducta. En vez, el juez, el teniente comandante Robert Klant, le dio dos meses de restricciones, tres meses de labor fuerte y rango de suboficial tercera clase a marinero raso.

El abogado de Paredes, Jeremy Warren, llamó el veredicto “una gran victoria” y “un adelanto increíble al movimiento antibélico”.

Treinta y tres latino americanos de la era de Vietnam que resistieron, objetores por consciencia, veteranos y activistas de paz, emitieron una declaración el 16 de mayo alabando a otros latinos militares por “hablar claro contra la inmoralidad” de la guerra en Irak. “Ellos han demostrado mucha valentía y nos recuerdan de un compromiso a la verdad y a su propia humanidad que es más importante que obedecer ciegamente”, dice la declaración.

Rosalío Muñoz, que resistió al Servicio Militar Obligatorio y fue presidente de la Moratoria Nacional Chicana, le dijo a Nuestro Mundo, “La opinión y la presión pública redujo la sentencia de Paredes, pero necesitamos aun más”. La declaración dice que deben clasificar a Paredes como un objetor por consciencia y darle de baja con clasificación de honorable. La Marina rechazó su solicitud como objetor por consciencia, pero él está apelando la decisión.

Entre los que firmaron están la legendaria dirigente de trabajadores agrícolas Dolores Huerta, el profesor y activista de Chicago Sijisfredo Avilés que pasó tres años en cárcel por rechazar entrar en las fuerzas militares en el 1968, Hilda Jenson, una organizadora juvenil del grupo radical chicano Boinas Cafeses y la Moratoria Chicana contra la guerra en Vietnam en los 1970s, el profesor de estudios chicanos Jorge Mariscal que estuvo en el Ejército estadounidense en Vietnam, y el director de películas documentarias Jesús Treviño, un objetor por consciencia en el 1968.

El apoyo a Paredes se extendió a otros países. En San Juan, Puerto Rico una coalición de organizaciones hizo una manifestación “en apoyo de nuestro hermano boricua” el 11 de mayo, día que empezó su juicio. El Comité en Apoyo a Pablo Paredes – que incluye a la Comisión de Derechos Humanos y Constitucionales del Colegio de Abogados de Puerto Rico, Madres Contra la Guerra, Alianza Puertorriqueña por la Paz, Federación Puertorriqueña de Trabajadores, Federación de Trabajadores de Puerto Rico (AFL-CIO) y otros grupos – dijo, “Sentimos orgullo de esta decisión del joven puertorriqueño”, y animó a que otros puertorriqueños apoyaran a Paredes. El grupo también anunció que habrá otra actividad con el hermano de Paredes, Víctor, el 4 de junio en La Fortaleza, la mansión del gobernador.

La profesora de derechos y vicepresidenta del Gremio Nacional de Abogados y representante al comité ejecutivo de la Asociación Americana de Juristas, Marjorie Cohn, dio testimonio como experta para la defensa durante la vista de sentencia. Ella le dijo al juez que la guerra estadounidense en Irak viola la Carta de la ONU, y que la tortura y los abusos por personal estadounidense en las prisiones iraquíes viola las Convenciones de Ginebra y son consideradas como crímenes de guerra bajo el Estatuto de Crímenes de Guerra de EEUU. Entonces, ella dijo, Paredes tenía el derecho de desobedecer las órdenes de participar.

Al hacerle preguntas, los fiscales militares le dieron una oportunidad a señalar que las guerras estadounidenses en Yugoslavia y Afganistán también estaban en violación a la Carta de la ONU visto que ninguna fue para la autodefensa ni aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU. El juez comentó, “Yo creo que el gobierno ha comprobado exitosamente que cualquier miembro de las FFAA tiene causa razonable para creer que las guerras en Yugoslavia, Afganistán e Irak eran ilegales”.

Las declaraciones del juez son “extremadamente importante”, dijo Lynn González, consejera voluntaria con el Proyecto de Consejería Militar de San Diego. “Es un precedente” que tendrá un impacto con los que resisten, ella le dijo a Nuestro Mundo. Lo que significa es que, “básicamente, cualquier recluta tendrá causa razonable para creer que la guerra en Irak es ilegal” y tendrá el deber de

rechazar participar en ella, dijo.

Paredes se unió a la Marina a los 18. El pasado 6 de diciembre él se negó obedecer órdenes de abordar al buque USS Bonhomme Richard ante de que este y dos otros buques salieran del puerto de San Diego rumbo al Golfo Pérsico con 3.000 marineros e infantería de marina. Él le dijo a los periodistas que él no quería ser parte de un guerra que él consideraba ilegal e inmoral.

“Yo prefiero servir en cárcel militar que seis meses haciendo el trabajo sucio para una guerra que ni yo ni muchos otros no apoyamos”, le dijo a la prensa.