Trabajadores de Oakland y la comunidad se unen a la lucha de los trabajadores del mercado

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Unos 30,000 trabajadores de California, muchos de ellos de la Bahía de San Francisco, se hallan trabajando en el Mercado de Oakland, compuesto por muchas bodegas Latinas, asiáticas y otras nacionalidades, y entre estos trabajadores y clientes del mercado, se cuentan bastantes inmigrantes recientemente llegados.

Muchos de estos trabajadores del mercado están experimentando terribles condiciones de trabajo: Injustos métodos de contratación, salarios demasiado pobres, les roban el salario, abuso verbal  y sicológico, no se alimentan adecuadamente y les niegan el derecho a periodos de descanso. Por este motivo, los trabajadores del mercado, junto con los trabajadores de United Food y Commercial Workers (UFCW) y con organizaciones de la comunidad  y organizaciones de creyentes, lanzaron hace un año la "Campaña de Justicia para los Trabajadores del Mercado".

Esta campana no solamente comprende el tópico de cómo organizar un Sindicato de Trabajadores, sino también temas como vivienda, derecho de los inmigrantes, derechos civiles y cuidados de la salud. Esta campaña también persigue el objetivo de que los propietarios del mercado firmen un acuerdo en el que conste  que van a observar las Leyes del Trabajo, un reconocimiento del derecho de los trabajadores a organizarse y que van cumplir con las leyes estatales y federales de no discriminación.

Partidarios de esta iniciativa se reunieron en la Tienda "Mi Pueblo", en el vecindario Oakland's Fruitvale,  el 13 de Marzo, que es una comunidad latina bastante grande.  Esta cadena de tiendas, 19 bodegas en el área de Bahía, al norte de California, despidió a 300 trabajadores, con la excusa de que ya no se les necesitaba, debido al descenso de la economía. Al mismo tiempo, otros participantes de esta campaña dijeron que "Mi Pueblo" esta planeando abrir otras bodegas, algunas tan lejos como en Sacramento, California.

Docenas de manifestantes se escurrieron suavemente al fondo de la Tienda, de dos en dos o tres,  con la bendición del rabino.  En efecto, los miembros de la Alianza Progresista Judía se unieron  con los miembros del Sindicato y de la comunidad para presentarle al gerente de la Tienda un pliego de peticiones entre las que constan el reingreso de los trabajadores despedidos y la vigencia de un Código de Conducta. Cuando estas peticiones fueron rechazadas, los manifestantes se reunieron fuera de la Tienda, para alertar a la comunidad de los alrededores acerca de esta situación y anunciarles sobre la lucha que se avecinaba.

Gerardo Domínguez, organizador del Local 5 del Sindicato UFCW, en una entrevista telefónica,  dijo que la campaña ha tenido una pequeña victoria: Los choferes que trabajan para las bodegas "Mi Pueblo" han votado afirmativamente para que el Sindicato Teamsters Local 853 los represente. Y que "Ahora estamos trabajando para organizar el Sindicato para el resto de la Compañía".

Domínguez dijo que la participación de las organizaciones de creyentes, el clero de la Iglesia Católica, la comunidad judía y varias denominaciones Protestantes le han dado un nuevo ímpetu a la campaña, a la vez que ayuda a exponer el frecuente reclamo engañoso de los patronos de que "esta lucha es entre el fuerte Sindicato contra el pequeño negocio de papa y mama. Con la ayuda de la comunidad religiosa ellos ya no podrán engañar con esa excusa, sino que tendrán que enfrentarse a la realidad".

Domínguez indicó que entre los problemas de trabajo que le aqueja a "Mi Pueblo" constan: aceleración en el trabajo, lo que ha resultado en una elevada tasa de accidentes de los trabajadores, discriminación contra las mujeres trabajadoras, descenso en contratar trabajadores de la raza negra. A esto se agrega que se han encontrado algunos productos alimenticios en las perchas de la tienda con la fecha de expiración vencida.

Mientras tanto, en otro mercado del área de la Bahía, esta vez en el South Bay, 50 trabajadores están demandando a su antiguo patrono de la cadena "Su Vianda" por una cantidad superior alos $200,000 por salarios no pagados y multas. Estos trabajadores dicen que les fueron negados periodos de descanso, negado pago de sobretiempo y negado periodo de tiempo para comer. Al mismo tiempo esta cadena de tiendas les descontó de su salario dinero por concepto de servicios de salud, servicio que nunca recibieron y que nunca les dieron el pago final de su trabajo. Ellos están solicitando un juicio con jurado para resolver este conflicto.

Foto: (Marilyn Bechtel/People's World)