Un movimiento sindical unido, luchando por una economía estadounidense que otra vez crea empleo de buen pago está al punto de hacer historia.
En los últimos días hacia las elecciones una movilización sin precendentes de los sindicatos para hacer a Barack Obama el próximo presidente de Estados Unidos ha forzado al candidato conservador del Partido Republicano, John McCain, a defenderse en estados como Virginia, Ohio, Florida y Carolina del Norte. Estos son estados que anteriormente se consideraban como baluartes republicanos y ahora están haciendo un cambio histórico.
Dirigentes laborales y sindicalistas de base se sienten orgullosos del papel clave que están tomando en formar la opinión pública hacia Obama sobre la economía, viéndolo mejor preparado que McCain para bregar con la crisis económica.
Cuando Obama se dirigió a más de 100 mil personas en Denver, la semana pasada, él subrayó un tema que es parte de los esfuerzos sindicales para elegirlo. “Nosotros conocemos la filosofía Bush-McCain”, declaró Obama. “Es una filosofía que dice que debemos darle más a los millonarios y los multi millonarios y tener la esperanza de que lleguen a ellos”.
Virginia, por largo tiempo considerado pro Partido Republicano, es un ejemplo de como el movimiento laboral está ayudando a que los conservadores teman perder.
Cientos de trabajadores le dieron la “bienvenida” a la candidata republicana para la vicepresidencia durante su visita a Richmond. Con carteles que tenían consignas en favor de Obama y su compañero de fórmula Joseph Biden.
Esa actividad pasó a solo días después de que Nancy Pfotenhauer, una de las asesoras principales de McCain, trató de convencer un comentarista de la cadena de televisión NBC de que los sondeos mostraban a Obama como el favorito debido al norte de Virginia donde, según ella, no era la Virginia verdadera porque ahí viven “Demócratas que se mudaron” del Distrito de Columbia, sede capitalina.
Entonces Richmond, de acuerdo a Pfotenhauer, tendría que ser parte de la Virginia “verdadera”. Y la actividad sindical ahí, como en el resto del estado, ha sido intensa.
Richard Trumka, secretario tesorero de la AFL-CIO, mencionó a Virginia en una charla reciente en la Universidad de Illinois en Chicago. Su discripción del trabajo de los sindicalistas ahí fue un gran contraste con lo que hace la campaña de McCain que es dividir y conquistar. “Los esfuerzos en Virginia fue empezado desde la base por las uniones laborales afiliadas en todo el estado trabajando juntos. Es un movimiento de hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, trabajadores de cuello blanco y azul, de todas las razas, cada fe trabajando unidos, trabajando juntos, luchando juntos, ganando unidos”. El mismo Trumpka hizo historia este año encabezando una jornada sindical para combatir los efectos del racismo en estas elecciones.
Al nivel nacional el movimiento sindical lanzó una campaña intensa de movilización durante los últimos días de las campañas presidenciales.
La AFL-CIO tiene a 250 mil voluntarios y 4.000 trabajadores con sueldo asignados a los 20 estados claves en la contienda presidencial, 12 contiendas senatoriales, y 60 en la Cámara de Representantes. En algunos estados como Minnesota, Oregon y Nuevo Hampshire, los sindicatos están envueltos en las contiendas presidenciales y por el Senado, y en Nuevo Hampshire también están trabajando para mantener los escaños en la cámara baja federal.
Los otros estados claves que están en juego para el movimiento sindical son Ohio, Wisconsin, Indiana, Pennsylvania y Michigan. Virginia y Carolina del Norte, dos de los estados con los peores niveles de sindicalización, también están en juego.
El trabajo sindical pro Obama en ambos Virginia y Carolina del Norte están encabezados por los Trabajadores de Comunicación y los Obreros Siderúrgicos, dos de los sindicatos más grande en Virginia.
La AFL-CIO estima que los sindicatos afiliados están gastando como $250 millones en la campaña para elegir a Obama.
Esto no incluye los gastos de la otra federación sindical, Cambiar para Ganar. Solo uno de los sindicatos de Cambiar para Ganar, Empleados de Servicios, está gastando más de $100 millones.
Durante los últimos siete días de la campaña, 25 mil voluntarios sindicales de California, Illinois y Nueva York, estados que no están en juego porque los sondeos muestran que Obama ganará, serán desplegados a los estados en juego para comunicarse con los obreros en sindicatos.
Josh LeClair, un voluntario sindical en Orlando, Florida, le dijo a Nuestro Mundo que él conoció a un obrero automovilístico jubilado que era un veterano de la Segunda Guerra Mundial. Este obrero le dijo que “no podía votar por un musulmán”. LeClair pasó más de una hora con él desenmascarando las mentiras, rumores falsos, y discutiendo el historial de McCain sobre el Seguro Social y los beneficios para veteranos. Él regresó el día próximo con información sobre los temas de la campaña y pasó tiempo hablando de su abuelo que también fue un veterano de la Segunda Guerra Mundial. Cuando salió el votante le dijo que ahora apoyaba a Obama.
El empuje final incluirá 70 millones de llamadas telefónicas, 10 millones de visitas de puerta en puerta y 57 millones de material por correo y la distribución de 27 millones de volantes en los sitios de trabajo enfocados en las cuestiones económicas.
También habrá un enfoque a gente con los que son difícil comunicarse, inclusive veteranos de guerra, obreros jubilados y dueños de armas. Con muchos de estos votantes se les han contactad 20 veces o más y los sindicatos piensan comunicarse con todos ellos en los últimos días de la campaña.
Una movilización durante los últimos cuatro días se hará para comunicarse con cada miembro sindical identificado como un votante pro Obama para asegurarse que salgan a votar.
Un programa de protección del voto está programado para Ohio, Michigan, Pennsylvania, Missouri, Virginia, Wisconsin, Nuevo México, Colorado y Nevada. En Ohio y Michigan los grupos sindicales de protección del voto han hecho mucho trabajo contradiciendo las declaraciones del Partido Republicano de que numerosos grupos de gente no son elegible para votar por varias razones. El programa de protección del voto está situando observadores en las urnas en esos estados.
Sindicatos movilizando y cambiando opinions