Sindicalistas se opone a guerras en Afganistán e Irak

Afganistan

CHICAGO - Dirigentes sindicales del país e internacional se juntaron en esta ciudad para la conferencia nacional de Sindicalistas de EEUU Contra Guerra (USLAW por sus siglas en inglés) del 4 a 6 de diciembre.

La conferencia subrayó el llamado internacional a sindicalistas a favor de la paz con justicia económica y social durante un tiempo de guerra y crisis económica.

"Estamos en un punto decisivo en la historia estadounidense", dice USLAW en su página cibernética. El grupo nota que en 2008, el movimiento sindical obtuvo una victoria al jugar un papel crítico para elegir a Barack Obama como presidente y una mayoría demócrata en el Congreso.

No obstante, "En 2009 nos encontramos todavía en medio de una crisis económica devastadora con guerras y el militarismo como obstáculos entre el pueblo trabajador y un mundo de paz y justicia que buscamos y merecemos", dice el grupo pacifista.

Continúa USLAW, "Estamos en un momento histórico que contiene ambos, peligros y promesas. En USLAW tenemos el reto de desarrollar un programa y una estrategia organizadora que aumente y profunde la influencia y la efectividad de las fuerzas antiguerra dentro del movimiento sindical, mientras continuamos jugando un papel directivo dentro del movimiento amplio antiguerra".

Durante la conferencia se discutieron varias resoluciones, tal como: apoyar manifestaciones antiguerra en la capital del país en los próximos meses; dirigirse a la cuestión del presupuesto militar y la lucha contra el militarismo en las escuelas; el conflicto entre Palestina e Israel; la lucha contra el golpe de estado en Honduras; y poner fin a la guerra en Afganistán y traer las tropas estadounidenses a casa.

Dirigentes laborales de Irán, Irak y Paquistán hablaron de cómo los trabajadores en sus países seguían luchando por el derecho de organizar sindicatos bajo los gobiernos represivos durante un tiempo de guerra.

Un dirigente sindical de Venezuela, aliado con el gobierno del presidente Hugo Chávez, habló del papel que el movimiento laboral juega en ese país para garantizar la vía progresista de Venezuela incluso proteger los recursos naturales como el petróleo.

Los que critican la decisión de Obama a deplegar a 30 mil más soldados a Afganistán dicen que la guerra necesita parar y que Washington debe enfocarse en la lucha a favor de empleos, educación, reforma de salud y pensiones. Agregan que Obama fue elegido con una mayoría para poner fin a las guerras en Irak y Afganistán, y aliviar los efectos de la recesión económica. Extender la guerra no es la solución y solo nos conlleva a más muertes y destrucción para los ciudadanos afgano y los soldados norteamericanos, dicen.

Actualmente, Estados Unidos gasta $3,6 mil millones al mes en Afganistán y los estimados oficiales en el anuncio recién de Obama, la guerra costará entre $15 mil millones y $30 mil millones - entre medio millón a un millón de dólares por soldado.

Desde marzo 2009, la guerra en Afganistán le ha costado al país $171,7 mil millones.

Como ejemplo, la guerra le costó a la gente del estado de Pennsylvania unos $6,5 mil millones, suficiente dinero para pagar por seguro médico para más de 1,6 millones de gente por un año, según los que critican la guerra.

Después de ocho años de guerra en Afganistán, EEUU se encuentra en un atolladero de muerte, dólares y destrucción, dice USLAW. Otros problemas ahí incluye los traficantes de narcóticos, corrupción a gran escala, el desplazamiento de gente y el sufrimiento, notaron.

Dirigentes laborales notaron que la decisión de Obama amenaza con minar su agenda doméstica y la del movimiento laboral como pasó con la presidencia de Lyndon B. Johnson y la guerra en Vietnam.

En la conferencia los dirigentes sindicales dijeron que las guerras en Irak y Afganistán puede obstaculizar la posibilidad de implementar un programa progresista que tanto necesita la gente de clase trabajadora.

Cuando se fundó USLAW en una asamblea en el 2003, la organización adoptó una declaración que apela a favor de una política externa justa; un fin a la ocupación estadounidense de países extranjeros; dirigir los recursos del país hacia las necesidades del pueblo trabajador en vez de gastos militares; apoyar a los soldados y sus familias trayéndolos a casa inmediatamente; proteger los derechos laborales, derechos civiles, libertades civiles y los derechos de los inmigrantes; apelar a favor de la solidaridad con trabajadores y sus organizaciones por todo el mundo.

"Los trabajadores nunca jamás podrán tener una economía sostenible de pleno empleo, servicios de salud para todos, una política energética sostenible para el medio ambiente, y una política migratoria justa mientras se gastan miles de millones de dólares en guerras que no se pueden ganar que no son necesarias y no nos hace más seguro, sino que enriquecen a una pequeña elite", dice USLAW.

El movimiento sindical necesita un USLAW aun más grande, más poderoso y con más influencia, dijeron dirigentes sindicales en la conferencia nacional.

"Nuestra tarea es la de expandir la visión del movimiento laboral para que los sindicatos puedan servir no solo como instrumentos para rehacer nuestros sitios de empleo", dice la declaración de USLAW. "Tienen que convertirse en instrumentos para rehacer el mundo completo".