Después de una muestra de fuerza con una marcha de 25 mil maestros, estudiantes, padres y otros, la Federación de Maestros de Puerto Rico (FMPR) pudo avanzar hacia un nuevo convenio laboral, evitando por el momento una huelga nacional que estaba programada para el 19 de febrero. Un número de sindicatos puertorriqueños, los Tronquistas, y organizaciones independentistas y cívicas participaron en lo que llamaron la “Marcha por la Dignidad”.
Dirigentes de la FMPR dijeron que se había llegado a acuerdos con algunas de las reclamaciones del magisterio. Sin embargo, a la hora de prensa había un tranque sobre el tope de alumnos en las aulas. La FMPR propuso que en tres años se llegara a no más de 17 estudiantes en cada aula de escuela primaria, 19 para las intermedias y un máximo de 21 en las escuelas secundarias. La parte patronal quiere poner el tope a 30 aunque en negociaciones anteriores había propuesto un proyecto de 23 en primarias 25 en intermedia, y 27 en escuela superior.
Rafael Feliciano, presidente de la FMPR, dijo que estaban más cerca a la huelga que nunca y criticó al secretario de Educación, Rafael Aragunde, diciendo que no cree como es posible que no han analizado esta cuestión después de 30 meses.
Después de 14 horas de negociaciones el 18 de febrero el comité ejecutivo del sindicato se reunió por la madrugada y decidieron aguantar el paro debido a que se habían llegado a algunos acuerdos. El segundo día no fue tan fructífero las negociaciones. Aunque está todavía negociando a la hora de cierre de esta edición la FMPR está manteniendo a los comités de huelga en alerta.
La directiva de la FMPR obtuvo autorización para ir a la huelga el pasado noviembre en una asamblea general con la participación de 7.000 maestros que votaron unánimemente acatar con la propuesta de los 1.200 maestros de la Asamblea de Delegados.
Feliciano había advertido en la marcha del domingo que si no hubiera un convenio firmado o progreso substancial para el 19 de febrero el gobierno se enfrentaría con la “ira del magisterio”.
El dirigente sindical resumió una agenda para adelantar las negociaciones y frenar la huelga. Entre estos estaba garantías de que no promulgarían las tal llamadas escuelas “charter”, tope de alumnos en las aulas, garantías de salud y seguridad, mejoramiento en sueldo y plan de salud.
La semana anterior la FMPR rechazó la propuesta unilateral de Aragunde que empezaría a negociar si no se iban a la huelga. Los maestros señalaron que esto era una táctica para demorar las negociaciones visto que Aragunde tuvo “27 meses para negociar en buena fe”. La respuesta de la FMPR, cuyo lema de esta campaña era “Convenio o Huelga”, era negociar el febrero 18 o huelga el 19.
Además de la marcha y el compromiso de los maestros irse a la huelga a pesar de una ley puertorriqueña que hace ilegal que empleados del sector público hagan huelga, la FMPR tuvo éxito en otras arenas de lucha, cosa que le puso presión al departamento de Educación Pública.
La semana antes, un tribunal de apelaciones temporalmente levantó la desautorización impuesta contra la FMPR. En enero la Comisión de Relaciones del Trabajo para del Servicio Público desautoriza a la FMPR como representante laboral exclusivo de los maestros como resultado de una querella de parte del secretario de Educación porque el sindicato votó en favor de un paro. La FMPR apeló basado en la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico en cuya Carta de Derechos está protegido el derecho a organizar y pertenecer a sindicatos, irse a la huelga y hacer piquete.
Para fines de esa misma semana, en una entrevista radial, el alcalde de Arecibo, Lemuel Soto, dijo que él apoyaba a los maestros y que no desplegaría efectivos de la policía municipal en caso de un paro laboral. “Pueden contar con mi apoyo, con toda mi cooperación”, dijo el alcalde, un ex dirigente sindical. Soto dijo que la responsabilidad recaía sobre “el secretario de Educación y el gobierno central”, agregando que estos son los responsables por la crisis. Arecibo cuenta con 1.800 profesores en las escuelas públicas.
Al contrario de la actitud del alcalde de Arecibo, él de Caguas dijo que haría todo lo posible para destruir la huelga. Esto fue motivo de un piquete de cientos de maestros, padres y estudiantes en su contra. Igualmente, al gobernador de Puerto Rico, Aníbal Acevedo, le han puesto piquete exigiendo que su secretario de Educación negocie de buena fe.
Maestros puertorriqueños adelantan lucha