Más dinero para la guerra mientras aumenta déficit presupuestario

WASHINGTON — La petición de la administración de Bush de 80.000 millones de dólares adicionales para gastos en las operaciones militares en Irak y Afganistán, coincidió con el pronóstico de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) de un déficit de 368.000 millones de dólares para este año fiscal 2005.

Los costos militares siguen subiendo. Los demócratas ven en la petición de fondos adicionales una muestra del fracaso de la política de Estados Unidos. En un principio la ofensiva militar se basó en una premisa que después resultó ser falsa: la existencia de armas de destrucción masiva en Iraq, comentó el diario La Opinión.

Condoleezza Rice, candidata a suceder a Colin Powell en el departamento de Estado, como artífices de la política norteamericana para Irak, recibió duras críticas por su nombramiento. Gran parte de nueve horas de debate fueron utilizadas por los demócratas, que están en minoría tanto en la cámara baja como en el Senado, a imputar la política de Rice y Bush en Irak.

El senador demócrata por Massachusetts, Edward Kennedy, dijo que Rice no debe ser aprobada como secretaria de Estado ya que no debe recibir una recompensa por ser parte de una política que ha sido evidentemente “un fracaso catastrófico y un atolladero constante”. De no haberlo hecho, agregó el senador demócrata, “podría haber cambiado el curso de la historia”.

El senador demócrata de Minnesota, Mark Dayton, acusó a Rice de mentir. “Me mintió a mí, le mintió a los habitantes de Minnesota y le mintió al pueblo estadounidense”, afirmó Dayton refiriéndose a que ella promovió las razones basadas en inteligencia errada para justificar la guerra en contra de Irak, como el vicepresidente Dick Cheney, basados en falsas pruebas de que Irak era una amenaza por sus armas de destrucción masiva.

El senador demócrata Carl Levin, por Michigan, acusó a Rice de ocultar la renuencia de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de respaldar informes de que Irak intentaba obtener uranio en África para usarlo en la fabricación de armas nucleares.

Aunque el nombramiento de Rice no estaba en peligro, la acción de los demócratas tuvo el objetivo de renovar las críticas hacia la política de Bush en Irak y también poner en claro para la Casa Blanca que, aunque son la minoría, no se convertirán en un simple sello de goma de las decisiones del Presidente.