Judíos estadounidenses buscan cese de fuego

Carolyn Eisenberg, profesora de historia en Brooklyn, Nueva York, se crió en lo que describe como una familia sionista con “un gran afecto para Israel”. La semana pasada, como co-presidenta de Padres de Brooklyn por la Paz, ella estaba organizando una “Brooklyn Camina por la Paz” el 9 de agosto, en la cual llamarán por un cese de fuego inmediato por todas las partes en la crisis Israel-Líbano-Gaza.

Ella es parte de un creciente número de estadounidenses judíos que llaman por un cese de fuego desde que Israel lanzó un ataque militar masivo contra Líbano en julio.

El 31 de julio, el grupo judío progresista Tikkun publicó un anuncio que cogió una página completa en el diario The New York Times, titulada, “Alto a la carnicería en Líbano, Israel y los Territorios Ocupados”. El anuncio también apareció en el Los Angeles Times el 6 de agosto. El anuncio, publicado en la página web de Tikkun con una solicitud para que firmen más. El anuncio inicial tenía 1.500 y ahora han firmado unos 3.500.

El rabino Michael Lerner, editor de la revista Tikkun, dijo que las respuestas que él había recibido después de la publicación del anuncio iban “de gente que decían que si me encontraban me matarían” a “gente que dijeron ‘Yo iba dejar mi judaismo hasta que leí su anuncio” a “musulmanes que nunca en toda sus vidas habían oído a judíos hablar con compasión” hasta ver este anuncio.

Lerner, entrevistado por teléfono, citó artículos en el San Francisco Chronicle y otros medios reportando que “no hay disensión” en esta cuestión dentro de la comunidad judía estadounidense y tildando a los que disienten como “marginal”.

“La presión es tan intensa”, dijo Lerner. “La linea que adelantan” es que “uno tiene que rebajarse o será atacado como un ‘judío que se odia’”. Como resultado, él dijo, muy pocos judíos se atreven tomar el riesgo de decir, “Aguanta un momento, ¿esto en realidad ayuda a Israel?”.

Los medios empresariales “simplemente callan las voces de los que estamos desafiando esta guerra, llamando por un cese de fuego”, dijo Lerner. “Hace a gente saber que son los únicos”.

Los 3.500 firmantes “son una indicación de que hay mucha gente que se sienten de la misma manera”, él dijo. Un paso necesario es convertirse en una fuerza política que pueda ser una alternativa al AIPAC — siglas en inglés del Comité de Asunto Públicos Americano Israel, el poderoso grupo de cabildeo de derecha judío.

Nicola Torbett, organizadora nacional de Tikkun, le dijo a Nuestro Mundo, “Yo creo que los congresistas tienen miedo. Yo no creo que quieren oír de sus constituyentes, especialmente constituyentes judíos, que no comparten el punto de vista de AIPAC. Ellos necesitan saber que sí hay una voz judía para la paz”.

Debra Hirschberg, co-coordinadora de la Comunidad Tikkun de Cleveland, dijo que su organización está apoyando la resolución introducida por el congresista por Ohio, Dennis Kucinich, que llaman por un inmediato cese de fuego. El grupo, con una lista de correo de 150, se unió a dos manifestaciones organizadas por una coalición de organizaciones por la paz y justicia en las últimas semanas.

Otros grupos judíos trabajando por un cese de fuego y una solución pacífica incluyen a Voces Judías por la Paz y Brit Tzedek v’Chalom, la Alianza Judía por la Justicia y la Paz, ambas tienen secciones a través del país.

En Brooklyn, Eisenberg dice que ella se siente una obligación de hablar claro. “Para mi es especialmente trágico ver gente que han sido victimizados victimizando a otros”, ella dijo, hablando de el bombardeo israelí de hogares y la infraestructura civil. “Como judía me siento implicada en esto”.

Hablando de las preocupaciones de judíos sobre el derecho de Israel defenderse, ella dijo, “Yo siento mucha tristeza que esta preocupación legítima muy humana se han transformado en una posición muy enferma”.

“Israel estaría más seguro en defenderse si vive en harmonía con sus vecinos”, ella agregó. “A través de la diplomacia, Israel se puede proteger mejor, Líbano se puede proteger mejor, y al fina los palestinos pueden ser mejor protegidos”.

De acuerdo al periódico británico Independent, para el 8 de agosto, 932 libaneses fueron muertos por los ataques israelíes y 3.923 heridos. Cuarenta y cinco por ciento de las víctimas son niños. Reportes periodísticos dicen que 103 israelíes han muerto en la crisis, ambos judíos y árabes, con casi 2.000 heridos y miles evacuados. Israel ha volado bombardeando 8.700 veces en Líbano, destruyendo 146 puentes y 72 autopistas, reportó el Independent. Se estima que los daños sufrido por Líbano están valorados en $2 mil millones. Hasta 30 mil toneladas de petróleo se ha derramado en el Mediteraneo desde que Israel atacó una planta energética. Los hospitales están amenazados con cierre debido a la falta de combustible.

De acuerdo al Independent, Hezbolá ha lanzado 3.000 misiles contra Israel, y se están aumentando con cada día que pasa. Los misiles han caído sobre aldeas israelíes y su tercera ciudad más grande, Haifa. Unos 10 mil soldados israelíes están en el sur de Líbano. La Prensa Asociada reportó el 9 de agosto que el Gabinete de Seguridad Israelí autorizó más ataques.