El 'nuevo normal', (primera de dos partes)

Goldman Sachs y J.P. Morgan Chase han vuelto al "viejo normal". Sus ganancias están por las nubes: $3,2 mil millones y $3,6 mil millones respectivamente en el tercer trimestre. Bonos de $23 mil millones (sí, es cierto: 23.000.000.000 dólares) están por llegar a sus gerentes y agentes. Ya es menos su competencia. Y estas sanguijuelas se han transformado de "muy grande para dejar fracasar" en "mucho muy demasiado grandes" para fracasar.

Mientras tanto, nosotros los demás estamos procediendo rápidamente hacia el "nuevo normal". Déjenme explicar.

Hace un año cayó a tierra el viejo modelo de acumulación capitalista (producción de ganancias) y gobernación política ultraderechista basada sobre el auge de la finanza, montones de deuda, niveles récord de desigualdad, desbalances económicos mundiales insostenibles y burbujas sucesivas en activos reales y ficticios. Cayó no con un gemido pero más bien con un crack que provocaba un tsunami económico.

Desintegrando a la economía norteamericana, quitando a la gente sus trabajos y sus casas, acabando con agricultores pequeños, haciendo esfumar los fondos de pensiones y ahorros, cerrando más plantas y fábricas y devastando ciudades y comunidades. Pasaba casi igual en otras partes del mundo.

Fue evitado un colapso total de la economía pero la crisis fue la peor desde los tiempos de la Gran Depresión de los años 1930, y aun no termina. Los niveles de desempleo, por ejemplo, subiendo. Prevean pronósticos fidedignos que llegará la tasa de desempleo a casi 11 por ciento oficialmente en EEUU.

Y si eso fuera poco, las perspectivas de una recuperación rápida y robusta son poca alentadoras. Algunos economistas, incluso algunos pensadores moderados, ya argumentan que un estancamiento económico es tan probable que una recuperación vigorosa.

Del punto de vista de ellos, la economía bien pudiera seguir funcionando a niveles subnormales en términos de crecimiento, utilización de capacidad, empleo y salarios durante un período prolongado. O para expresarlo de otra manera, las tendencias hacia el estancamiento son más fuertes que las tendencias hacia una plena recuperación.

Resulta curioso que esta realización no es nueva.

"Es una característica sobresaliente del sistema económico en que vivimos de que... parece ser capaz de quedarse en una condición crónica de actividad subnormal por un período considerable sin ninguna tendencia marcada hacia ni la recuperación ni hacia el colapse completo".

El autor fue el economista británico John Maynard Keynes, y la cita es de su obra maestra, "La teoría general de empleo, intereses y dinero," del año 1936. Sin embargo, esta perspicacia de Keynes perdió favor entre los economistas tradicionales con la reanudación del crecimiento vigoroso en los principales países capitalistas luego de la Segunda Guerra Mundial.

Irónicamente, fueron los economistas marxistas y en especial Paul Sweezy y Harry Magdoff, quienes teorizaban más esta dinámica del capitalismo norteamericano durante este período.

Pero en medio de la crisis económica actual, la idea de Keynes de un rendimiento económico subnormal a largo plazo está volviendo al diálogo público, esta vez revestido con un nombre nuevo: "el nuevo normal". 

Sam Webb es presidente nacional del Partido Comunista de EEUU.