Comentario
Ciento ochenta naciones rechazaron el bloqueo que Estados Unidos mantiene sobre Cuba, por casi 45 años. Cuatro países votaron por mantenerlo, entre ellos el propio Estados Unidos e Israel. Un país se abstuvo.
Lo más importante de esta votación, realizada por la Asamblea General de la ONU, en días recién pasados, es que la unánime y abrumadora mayoría de naciones que forman e integran el foro mundial respaldaron una resolución cuyos contenidos son elocuentes y se plantean como una exigencia a Washington, para terminar con una situación que viola la soberanía y los derechos humanos del pueblo cubano.
Apenas terminada la votación, el representante del gobierno de Bush se encargó de señalar que Washington no considerará en nada tal resolución, puesto que estima que el bloqueo es un asunto que afecta a Estados Unidos y por tanto es materia de su pura soberanía.
La reacción de Washington ante esta histórica resolución de la ONU, es una señal más de que el gobierno de Bush está empeñado en violar cuantas veces considere hacerlo, los mínimos y elementales pactos y contenidos del derecho internacional. Que tiene la total voluntad de simplemente imponer sus políticas y pasar por encima del resto de las naciones del planeta.
Alguien podría decir de que Bush ha estado en esto desde hace ya varios años. Y eso es verdad. Sin embargo, hay que hacer notar el hecho nuevo, y es que ante una abrumadora mayoría de naciones, este gobierno imperialista simplemente reacciona con mayor violencia y crueldad.
Israel ha seguido los pasos del imperio. Tampoco esto es casual. Es el mismo gobierno que en días pasados volvió a matar a decenas de civiles palestinos (entre ellos niños); es el mismo régimen que se dispone a una guerra al estilo terrorista, como suelen hacerlo, en contra de Siria y El Líbano; es el mismo poder que simplemente no escucha el clamor mundial que le exige fin a una política permanente de exterminio.
El daño económico sufrido por Cuba, producto directo del bloqueo norteamericano, supera los 86 mil 108 millones de dólares. La resolución de la ONU, este año, acoge el planteamiento de que esta medida representa el bloqueo más prolongado y cruel que haya conocido la historia de la Humanidad.
Y también consideró el juicio de Cuba, en el sentido de que la medida norteamericana es un acto de genocidio que adopta la forma de una guerra económica contra el pueblo cubano.
Consecuencia del bloqueo es, por ejemplo, el hecho de que Cuba no pudo exportar un solo artículo a los Estados Unidos, pese a que el comercio entre los países debe ser en ambas direcciones. Cuba, por su parte, solo pudo importar algunos reducidos productos agrícolas con restricciones y trámites extremadamente rigurosos.
Pero el hecho más brutal, y que no siempre se conoce o se le otorga la importancia que tiene, radica en lo siguiente: Estados Unidos ha logrado, mediante leyes propias, amenazas y presiones, extender el bloqueo a Cuba metiendo a terceras naciones. Una empresa de un tercer país no puede vender a Cuba cualquier producto que tenga más del 10 por ciento de componentes estadounidenses. Tampoco se puede vender a Estados Unidos ninguna mercancía que contenga materias primas cubanas y se multa a ciudadanos o residentes en territorio norteamericano que visiten Cuba.
Leyes como la Torricelli, de 1992, y la Helms Burton, de 1996, apuntan en esa dirección.
Otras más recientes redujeron a 300 dólares por trimestre las remesas de cubanos en Estados Unidos destinadas a sus familiares en la Isla y limitaron los viajes de familiares a uno cada tres años. También suspendieron las visitas a Cuba a personas con otros parentesco que no fuera madre, padre, hijo o hermano.
A esto se debe agregar el permanente acoso y dispositivo bélico que Estados Unidos mantiene sobre Cuba, en una intención sostenida y permanente de siempre considerar la invasión, a pesar de lo que ello significaría, producto de la resistencia que unánimemente el pueblo cubano realizaría en contra del imperio, y de las reacciones que en todo América y en el mundo se generarían, de apoyo a la Revolución.
La resolución de la ONU es un clamor mundial. Es el apoyo a una causa justa y digna.
Una vez más, el gobierno más poderoso e injusto de la tierra ha sido derrotado en un foro mundial.
Los cinco héroes cubanos que permanecen en cárceles de alta seguridad en territorio norteamericano, son parte de este bloqueo inhumano. Hay que seguir bregando para que esta situación termine. La razón, la ética y la humanidad, están con Cuba hoy más que nunca.
— Mundo Posible
El mundo rechaza el bloqueo contra Cuba