Surgirá la lucha de las clases en 2011

Se termina el año 2010 con elogios al Presidente Obama por sus dos primeros años de administración, en los cuales ha logrado producir más reformas progresistas que cualquier otro presidente desde Lyndon Johnson. Entre las reformas mencionadas están la reforma al seguro médico, las nuevas reglas financieras, el estímulo económico que ha salvado o creado 3 millones de trabajos, la nominación a dos mujeres a la Corte Suprema de EEUU, incluyendo a Sonia Sotomayor, la primera juez latina en nuestro máximo tribunal de justicia, y otros logros más.

En las ultimas horas del CXI Congreso, fue ratificó en el Senado por un voto de 71 a 26 el Tratado de la Reducción de Armas Estratégicas (START, por sus siglas en inglés) y fue revocado la ley discriminatoria "No pregunte, no diga" en contra de homosexuales en las fuerzas armadas.

También fue aprobada una propuesta de ley garantizando la seguridad de los alimentos, pagos de miles de millones de dólares a agricultores afronorteamericanos y gente indígena para resolver sus pleitos antidiscriminatorios, y una propuesta de ley para proporcionar cuidado medico a personal de emergencia que respondió a los ataques del 11 de setiembre, ley que fue demorado cruelmente por los Republicanos.

A pesar de la oposición del partido republicano, lograban los Demócratas una extensión de 13 meses a los beneficios de desempleo y una extensión a la reducción de impuestos para los contribuyentes de ingresos medios. Como precio que se vio obligado a pagar para ganar suficiente apoyo republicano para aprobarse el acuerdo de 858 mil millones de dólares, Obama aceptó al fin una reducción de 700 mil millones de dólares en impuestos, un regalo a los ricos al que él se había opuesto por mucho tiempo, y también una reducción en el impuesto a las herencias millonarias y un recorte de 2 por ciento en el impuesto de seguro social. Acusan los críticos a Obama de haberse rendido demasiado. Pero sin este acuerdo las vidas de la gente real se hubieron puesto en riesgo si se hubiesen dejado vencer los beneficios de desempleo o si se hubiesen quedado con reducciones en sus sueldos netos.

Reflejan las debilidades de las reformas el balance de fuerzas en la Cámara de Representantes, en el Senado y en la nación entera. Los Republicanos se empeñaron en bloquear o debilitar cualquier reforma progresista y a los Demócratas les faltaban votos para vencer a sus tácticas obstruccionistas. Y esa estrategia obstruccionista les beneficiaba a los Republicanos en la elección del 2 de noviembre. Al contarse los votos, los Republicanos, con mucha ayuda del "Tea Party," de Fox News, y de los millonarios hermanos Koch, habían capturado una mayoría en la Cámara de Representantes, ganado seis bancas en el Senado, y habían ganado una mayoría de gobernaturas estatales.

Todo esto sirve como presagio aterrador de la guerra que van a librar los derechistas republicanos contra la clase trabajadora cuando se convoque el nuevo Congreso en enero. Su primera prioridad es la revocación a la reforma del seguro medico y lo mismo para la nueva Agencia para la Protección de las Finanzas del Consumidor, que piensan mataran por medio de la negación de fondos para hacer cumplir la ley.

El liderazgo del GOP se empeña en cortar $100 mil millones en fondos para salud, educación, protección del medioambiente, y otros fondos para las necesidades humanas. Su agenda incluye la revocación o privatización del Seguro Social, de Medicare, y de nuestro sistema de educación publica y educación universitaria. Hasta exigen una eliminación total del Departamento de Educación y la Agencia para la Protección Ambiental.

No nos queda otra opción más que enfrentarles a los derechistas y luchar en contra de su cruel plan.

Tenemos que trabajar para motivar a la coalición mayoritaria que eligió a Obama por primera vez. La manifestación del 2 de octubre "One Nation Working Together" [Una nación trabajando junto] en Washington fue un primer paso. Un segundo paso podría ser celebraciones en toda la nación para el día de Martin Luther King, el 17 de enero. Con una voz fuerte debemos exigir trabajos para los desempleados. ¡No a los recortes a programas salva vidas como son los cupones de alimentos y Medicaid! Hay que bloquear la campaña republicana por revocar la reforma del seguro medico. Hay que defender a nuestro Seguro Social, a Medicare, y a la educación pública. Hay que poner fin a las guerras en Irak y Afganistán y utilizar el billón de dólares en fondos ahorrados para programas de necesidades humanas.

Y sobre todo, hay que convertir a 2011 en un año para organizarnos y unirnos siempre más fuertemente y siempre más ampliamente.

La versión en Inglés de este editorial