Mujeres luchan por derechos reproductivos

Kim Gandy, presidente de la Organización para las Mujeres (NOW por sus siglas en inglés), y otras líderes de los derechos femeninos, celebraron una rueda de prensa en Washington, el 22 de enero, para anunciar la introducción del proyecto de ley FOCA (Freedom of Choice Act – Ley pro Libertad de escoger). Si este proyecto se convierte en ley, la histórica decisión Roe v. Wade del Tribunal Supremo protegiendo los derechos reproductivos se convierte en ley. El 22 de enero es el 31 aniversario de esta decisión.

FOCA sería un paso importante para garantizar permanentemente los derechos reproductivo en caso que el Tribunal Supremo permita que los estados pueda ilegalizar el aborto, según las líderes feministas. Además de estos proyectos de ley, designado S-2020 en el Senado y HR-3719 en la Cámara, las activistas dijeron que, conjunto con este proyecto, derrocar a George W. Bush en noviembre es su prioridad principal.

Advirtiendo que Roe v. Wade está en peligro, NOW dijo en una declaración, que ahora era el tiempo “para un manifestación pública de tamaño histórico en apoyo a los derechos de aborto y la libertad reproductiva para todas las mujeres” y llamó por una movilización total en pro de la Marcha por las Vidas de las Mujeres del 25 de abril en Washington, DC.

Junto con la Black Women’s Health Imperative (BWHI), la Fundación de la Mayoría Feminista, NARAL Pro-Choice América (Liga Nacional de Acción sobre el Aborto y los Derechos de Reproducción), Instituto Nacional Latino para la Salud Reproductiva (INLSR), y la Planned Parenthood Federación de América, NOW está planeando lo que predijo sería “la marcha de más importancia y masiva sobre el derecho al aborto en más de una década”.

La BWHI, que antes era el Proyecto Nacional de Salud de la Mujer Negra, quiere hacer una cosa muy clara, “Las mujeres negras están preocupadas por los ataques contra nuestra salud reproductiva y queremos defender nuestros derechos. [Nuestra] agenda de salud reproductiva incluye el derecho de tener niños saludable, y de estar libre de entrometimiento gubernamental coercitivo y punitivo en cosas tan grande y personal como si o no tener un niño”.

Más de 51 por ciento de las latinas no tiene seguro médico y más de 28 por ciento de las latinas encinta no recibe ningún cuido prenatal, de acuerdo al INLSR. Además, las reglas gubernamentales que restringen los fondos para los abortos lo hace que sea imposible que las latinas ni consideren el aborto como una opción.

“Con George Bush considerando a nombramientos para el Tribunal Supremo que no solo son muy conservadores, sino muy joven – en los altos 30s y bajos 40s – él tiene la oportunidad de llenar los tribunales con jueces que tienen una filosofía antimujer, antiderechos reproductivos por unos 35 a 40 años”, dijo Gandy.

“Tiene más que ver con el aborto”, piensa Trish Milner, una de varias mujeres de la parte norte de Nueva Jersey que espera organizar una autobús de gente para ir a Washington el 25 de abril. “Tiene que ver con las libertades y derechos civiles y todo loa que va con la libertad”.

Llamando a Bush “un hombre que se robó las elecciones, que se fue a la guerra sin ningún consenso”, Milner está de acuerdo con los que dicen que si el presidente Bush es reelecto, Roe v. Wade estará en peligro.

Las jóvenes de hoy en día se criaron en un tiempo donde la opción de abortos legales y seguros son disponible, dijo Milner, y como resultado de esto pueden subestimar el afán que tiene la administración Bush para destruir los derechos reproductivos de la mujer.

El estudio anual de las leyes sobre los derechos reproductivos de NARAL que se hizo público el mes pasado, titulado “¿Quien decide? Un Reporte Estado por Estado de los Derechos Reproductivo de las Mujeres”, reveló un ataque sin precedencia contra el derecho de la mujer escoger. En el 2003, los varios estados promulgaron 45 leyes contra ese derecho – un aumento de 32,4 por ciento desde el año anterior – y el presidente Bush firmó la primera ley prohibiendo, haciendo abortos ilegales.

“No solo tenemos que hacer que los jóvenes vaya a marchar”, dijo Milner, “sino tenemos que sacarlos a votar”.

Se puede comunicar con la autora al crummel@pww.org.