Más estafas financieras

WASHINGTON (Prensa Latina) – A poco de la que fuera reconocida como la estafa del siglo, cometida por uno de los hombres más importante de Wall Street, un nuevo escándalo financiero ocupa por estos días los titulares estadounidenses.

El magnate tejano Robert Allen Stanford, accionista principal del grupo de empresas Stanford, recaudó miles de millones de dólares a través de su filial internacional, prometiendo a los inversores que su dinero se utilizaría en instrumentos financieros confiables.

Sin embargo, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), asegura que el dinero fue dedicado a otro tipo de inversiones poco honorables.

La directora de vigilancia de la entidad, Linda Thomsen, transmitió en un comunicado que, Standford y el cerrado círculo de familiares y amigos con quienes dirige su negocio, llevaron a cabo un gran timo basado en falsas promesas.

El multimillonario, acusado de corrupción, está siendo investigado por agencias federales y estatales, por su participación, además, en campañas políticas con dinero de oscura procedencia.

Según esta fuente, el magnate donó capitales a grupos del condado de Palm Beach y Miami, entre otros aportes.

El Centro para una Política Responsable, que defiende los intereses de los contribuyentes, precisó que este hombre ha dirigido más de dos millones de dólares espurios a diversas campañas electorales.

En su marco de impacto se suma además la preocupación en Latinoamérica, donde ramificaciones de los negocios de Stanford han tenido que cerrar hasta tanto se esclarezca la situación.

Muy similar a la raíz de los actuales problemas que hicieron estallar la burbuja inmobiliaria en la potencia norteña en 2007, la SEC acusa a Stanford de vender certificados de depósito, prometiendo elevados beneficios, no garantizados por la Corporación Federal de Seguro de Depósitos de ese país.

Los actuales cargos presentados por la SEC contra el empresario, alertan de una estafa equivalente a ocho mil millones de dólares.

El monto lo convierte en el segundo escándalo de esta naturaleza en muy poco tiempo, dentro del desequilibrado sistema monetario norteamericano, actualmente en fuerte crisis.

En diciembre se dio a conocer una mentira financiera de enormes proporciones perpetrada durante décadas por el ex presidente del mercado tecnológico Nasdaq en la bolsa de Nueva York, Bernard Madoff.

Hasta entonces, este era considerado el gestor infalible, el preferido de las élites.

Después de conocido el caso de mayor estafa de la anterior centuria y la actual, Madoff es ahora una leyenda de Wall Street, tras robar a sus inversionistas 50 mil millones de dólares.

En medio de todos estos desmanes de la política financiera estadounidense, el FBI analiza 530 casos de fraude corporativo.

De ellos, al menos 38 están directamente vinculados con los problemas que desarrollaron en EEUU la burbuja inmobiliaria estallada en el verano de 2007, denuncia el organismo.