Crece oposición a alguacil antiinmigrante

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PHOENIX, Arizona – Una gama amplia de oficiales públicos, líderes religiosos, organizaciones comunitarias y activistas pro libertades civiles en Arizona se han unido para condenar la actividades del alguacil Joe Arpaio que declaran racistas y ostentosas para llamar la atención.

Phil Gordon, alcalde de la principal ciudad del condado, Phoenix, públicamente está pidiendo que el departamento de Justicia federal investigue a Arpaio. El Grupo Legislativo de Arizona también envió una carta al secretario de Justicia Michael Muckasey pidiendo una investigación por violaciones de derechos civiles de parte de Arpaio.

La Liga Antidifamación de Arizona, grupo que lucha contra el antisemitismo y otras formas de discriminación, exige que el departamento de Justicia investigue las acusaciones de perfilamiento racial de parte del alguacil en un comunicado el 11 de abril.

Desde el 1de enero, Arpaio han estado haciendo redadas en áreas de concentración hispanos de clase trabajadora en el condado Maricopa, el más grande del estado del cual es alguacil. Las redadas, que Arpaio dice son contra la delincuencia y los inmigrantes indocumentados, aparentemente para la publicidad en los noticieros de la televisión local. Oponentes del alguacil lo acusan de ser un racista que está aterrorizando a los barrios de clase obrera.

Las redadas duran dos días empezando después del mediodía y duran hasta después de las noticias de la noche permitiendo mucha oportunidad para las cámaras de televisión y para comentarios de Arpaio en los noticieros de la noche.

Como un remolino que parece llegar al azar el alguacil y su patrulla de 200 hombres dejan no solo arrestos, deportaciones, hostigamiento, paranoia y temor detrás, sino que una pérdida de negocio para los comerciantes pequeños del área.

Arpaio monta su centro de comando en un estacionamiento prominente cerca del área sujeto a sus patrullas. Él pone cinta amarilla alrededor del área significando que es un sitio donde se “cometió” un delito. Dentro del área pone coches de patrulla para transportar a los detenidos. También usa caravanas convertidas en unidades temporarias de detención y como oficinas y torres de comunicación.

Una vez establecidos, las patrullas buscan por cualquier violación, no importa que mínima, como luces de carros rotas. Ellos usan estas detenciones para averiguar si uno es ciudadano o residente legal.

Usan una ley contra los “coyotes”, gente que hacen contrabando de personas, para arrestar a los indocumentados diciendo que están ayudando a los “coyotes” al usarlos para entrar a Estados Unidos. Al alguacil también tiene entrenado a 160 personas por el departamento de Seguridad Patria bajo el programa que hace a cuerpos locales de policía actuar como agentes de inmigración.

Activistas comunitarios y por los derechos de los inmigrantes, movilizados por una red de base, se han presentado cuando están haciendo las redadas para protestar en contra de el acoso a las comunidades.

Entre estas organizaciones está Somos América que organizó las masivas marchas pro inmigrantes en el 2006, un grupo llamado Comité Organizador 35ta y Thomas, cuyo líder Salvador Reza es un dirigente de la Unión de Jornaleros. También está Los Abogados, organización del Colegio Hispano de Abogados cuyo presidente electo Salvador Ongaro siempre está presente en contra de las redadas.

Estos grupos pro inmigrantes se enfrentan a grupos que apoyan a Arpaio, incluso una entidad racista que se llama “Unidos por una América Soberana” y otros grupos de extrema derecha y neonazi.

No solamente se oponen a las actividades de Arpaio los activistas pro inmigrantes y derechos civiles. La alcaldesa Rebecca Jimenez de la ciudad de Guadalupe, al sur de Phoenix, acusó a la oficina del alguacil de perfilamiento racial y está buscando revocar el contrato que Arpaio tiene con su ciudad después de que el alguacil hizo redadas en su ciudad de mayoría latina e india. El municipio de El Mirage, al noroeste de Phoenix, también canceló su contrato con la oficina del alguacil para proveer servicios policiacos.

La gobernadora de Arizona, Janet Napolitano, se unió en contra de Arpaio llamando las redadas “problemáticas”.

Los jefes de policía de las dos ciudades más grande en el condado, Jack Harris de Phoenix y George Gascón de Mesa, se opone a Arpaio y se niegan a cooperar con el alguacil.

Hasta el derechista Instituto Goldwater ha cuestionado si es recomendable las redadas de Arpaio. No obstante, el senador por Arizona y candidato republicano para la presidencia, John McCain, ha estado muy silencioso sobre los abusos de derechos humanos y civiles de cuales Arpaio está acusado.