Pared artificial frontera separa el campus de la Universidad de Arizona

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TUCSON - En lo que se considera como la mayor muralla "fronteriza" artificial en EEUU, profesores, empleados y estudiantes de la Universidad de Arizona ya están aprendiendo en carne propia la inconveniencia e la inhumanidad de una muralla que les separa a los seres humanos unos de los otros.

La obra, bautizada como "Muralla a muralla: Concrete Connections / Conexiones Concretas," fue construida para enfocar la atención del público sobre las situaciones de la frontera México - Estados Unidos y en Palestina e Israel.

La "muralla," alrededor de 1.000 pies de largo y seis pies de alto, tapada con alambre de púas, fue similar a muchas de las barreras que han sido utilizadas para separar a países y pueblos. La "muralla" dividía al campus en uno de sus sectores más frecuentados.

Participaba una organización estudiantil colgando varias fotografías tamaño 8 x 10" de familias dividas por las murallas. Muestra una foto a una señora que acaricia a su sobrina por una apertura en la cerca fronteriza, mientras muestre otra a una esposa mexicana que había conducido tres horas solo para mirar a su esposo tras la cerca, luego que fue deportado él.

Colgaban otras organizaciones mantas exigiendo un fin a las fronteras y a su militarización. Colgaba una organización una bandera palestina explicando cómo es que 3,8 millones de palestinos subsisten bajo ocupación militar ilegal Israelita, tras una muralla de 400 millas y 120 retenes de control.

El grupo de Asuntos Estudiantiles Chicanos / Hispanos colgaba fotos con biografías de figuras latinas como César Chávez y el congresista Raúl Grijalva, hijos e hijas de inmigrantes que han contribuido tanto a la sociedad norteamericana.

Contribuían el Club Sierra y los Defensores de la Fauna Silvestre [Defenders of Wildlife] mostrando cómo es que dañan la ecología y ponen en peligro la fauna silvestre las murallas fronterizas.

Funcionaban aperturas en la "muralla" como "controles" por donde tenían que pasar los profesores, empleados y estudiantes, Muchos comprendían su propósito, pero cuestionaban unos pocos la inconveniencia de tener que pasar por los "retenes."

Aquí el punto no fue la de causar inconveniencia pero más bien para mostrar la necesidad de abrir un diálogo abierto con los que estén a favor de las fronteras, la separación a las familias, y las murallas, mostrándolos que no deben ser divididos los seres humanos solamente por su nacionalidad, sus creencias políticas o religiosas, o hasta por una línea en la arena nada más.

Enviaba la "muralla" un mensaje poderoso y se espera que fuesen abiertos algunos ojos en el proceso. Quizás algunos ya verían que la muralla fronteriza que queda a solo 60 millas del campus tiene cara y nombre, y que en este momento preciso hay seres amados sentados en algún lugar pensando y rogándole a Dios que estén reunidos pronto.

Foto: Alexander Monarrez Maldonado, thelatinodoctrine at hotmail dot com