No se vislumbra una recuperación en los mercados laborales

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GINEBRA - Si bien el crecimiento económico se ha reactivado en algunas regiones, la situación global del empleo es extremadamente alarmante y no da señales de recuperación en el futuro próximo, dice la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Portal del Informe sobre el Trabajo en el Mundo

El "Informe sobre el Trabajo en el Mundo 2012: Mejores Empleos para una economía mejor" de la OIT señala que aún siguen faltando 50 millones de empleos a nivel mundial comparado con la situación que existía antes de la crisis. También advierte que está surgiendo una nueva y aún más problemática fase de la crisis mundial del empleo.

Primero , esto se debe al hecho que muchos gobiernos, en particular en las economías avanzadas, le han dado prioridad a la combinación de austeridad fiscal y drásticas reformas laborales. El informe sostiene que este tipo de medidas están produciendo consecuencias devastadoras en los mercados laborales en general, y en la creación de empleo en particular. Tampoco han logrado, en general, reducir el déficit fiscal.

"La excesiva importancia que muchos países de la eurozona le están dando a la austeridad fiscal está profundizando la crisis del empleo y podría incluso conducir a otra recesión en Europa", dijo Raymond Torres, Director del Instituto Internacional de Estudios Laborales y principal autor del informe.

"Los países que invirtieron en políticas de creación de empleo han logrado mejores resultados en términos económicos y sociales", agregó Juan Somavia. "Muchos de estos países se han vuelto más competitivos y han superado la crisis mejor que aquellos que siguieron el modelo de austeridad. Podemos estudiar detalladamente a estos países y extraer lecciones".

 Segundo, en las economías avanzadas, muchas personas que buscan trabajo están desmoralizadas y están perdiendo sus competencias, lo cual afecta sus oportunidades de encontrar trabajo. Además, las pequeñas empresas tienen un acceso muy limitado al crédito, lo cual contribuye a deprimir las inversiones e impide la creación de empleo. En estos países, en particular en Europa, la recuperación del empleo no está prevista antes de finales de 2016, salvo que las medidas políticas cambien radicalmente su curso.

Tercero, en la mayoría de los países avanzados, muchos de los nuevos empleos que surgen son precarios. Las formas no convencionales de empleo están incrementando en 26 de las 50 economías para las cuales se dispone de datos.

Sin embargo, algunos países han logrado generar empleos y al mismo tiempo mejorar la calidad del trabajo, o al menos uno de sus aspectos. Por ejemplo, en Brasil, Indonesia y Uruguay las tasas de empleo han aumentado y la incidencia de trabajo informal ha disminuido. Esto se debe a la introducción de políticas sociales y laborales adecuadas.

 

Cuarto, el clima social se ha deteriorado en muchas partes del mundo y podría llevar a un aumento de las tensiones sociales. Según el Índice de Tensión Social del Informe, 57 de los 106 países analizados mostraron un aumento en el riesgo de tensiones sociales en 2011 comparado con 2010. Las dos regiones con mayores incrementos son el África Subsahariana, y el Oriente Medio y África del Norte.

El informe afirma que la austeridad fiscal combinada con la liberalización del mercado laboral no favorecerá las perspectivas de empleo a corto plazo. De hecho, no hay una relación evidente entre las reformas del mercado laboral y tasas de empleo más altas. Es más, algunas reformas recientes -sobre todo en Europa- han reducido la estabilidad laboral, exacerbado las desigualdades y fracasado en crear empleos. El informe sostiene que si se adoptara una combinación de políticas favorables a la creación de empleo, basada en impuestos y el aumento de las inversiones públicas y beneficios sociales, se podrían crear aproximadamente 2 millones de empleos durante el próximo año en las economías avanzadas.

Otras conclusiones importantes del informe incluyen:

  • Las tasas de empleo incrementaron sólo en 6 de las 36 economías avanzadas desde 2007: Austria, Alemania, Israel, Luxemburgo, Malta y Polonia.
  • Las tasas de desempleo juvenil aumentaron en cerca del 80 por ciento de los países avanzados y en dos tercios de los países en desarrollo.
  • La tasa de pobreza aumentó en la mitad de las economías desarrolladas, y en un tercio de las economías en desarrollo, mientras que la desigualdad aumentó en la mitad de los países desarrollados y en un cuarto de las economías en desarrollo.
  • En promedio, más de 40 por ciento de las personas que buscan trabajo en las economías avanzadas permaneció sin trabajar durante más de un año. La mayoría de las economías en desarrollo muestra una disminución de las tasas de desempleo e inactividad a largo plazo.
  • El trabajo a tiempo parcial involuntario aumentó en dos tercios de las economías avanzadas. El trabajo temporal también aumentó en más de la mitad de estos países.
  • La proporción de empleo informal se sitúa en más de 40 por ciento en dos tercios de los países emergentes y en desarrollo.
  • En 26 de los 40 países de los cuales se dispone de datos, la proporción de trabajadores protegidos por un acuerdo colectivo disminuyó entre 2000 y 2009.
  • El 28 por ciento de un número seleccionado de países emergentes y en desarrollo implementaron políticas para reducir beneficios sociales durante la crisis, comparado con 65 por ciento en las economías avanzadas.
  • La inversión global, que alcanzó 19,8 por ciento del PIB en 2010, permanece 3,1 puntos porcentuales por debajo del promedio histórico, con una tendencia descendente más pronunciada en las economías avanzadas. En todas las regiones, la crisis mundial ha tenido un impacto desproporcionado sobre las inversiones en pequeñas empresas.

OIT

Foto: Los manifestantes simulacro de Primer Ministro de España, Mariano Rajoy, mientras que marchan para protestar contra las reformas laborales duras nuevos del gobierno y los recortes, en Pamplona, España, 1 de mayo. Golpeando tambores y ondeando banderas, cientos de miles de trabajadores marcados Primero de Mayo en las ciudades europeas con una mezcla de enojo y tristeza sobre las medidas de austeridad impuestas por los líderes que tratan de contener la crisis la deuda de la zona del euro. Alvaro Barrientos / AP