Arreglo sobre la deuda: Ya se acabó el momento para la diplomacia.

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Lo mejor que se puede decir sobre el mal saboreado acuerdo del techo de la deuda  es que ya está, y se espera que ahora podamos dirigirnos a los verdaderos retos y las cuestiones reales que nos enfrentan al pueblo norteamericano.

Declaró muy correctamente el liderazgo de la AFL-CIO que se reunió con el presidente Obama un día después del acuerdo que el arreglo hace ignorar y minar a nuestra capacidad nacional por enfrentarnos al problema real: la crisis de la falta de empleos en EEUU. Lo denunciaban como "producto de la extorsión de los Republicanos en la Cámara Baja" y algo que resulta "aun más ultraderechista que un Republicano cualquier".

Reconoció el liderazgo sindical que, dado el balance de fuerzas en el Congreso, Obama no tuvo más opciones que negociar. El no hacerlo hubiera sido desastroso políticamente, pero hacerlo quiso decir que estaban en la mesa las demandas republicanas por destripar a los programas más esenciales y debilitar al Seguro Social y a Medicare.

Mientras que amenaza con eliminar a casi dos millones de empleos en 2012 (según figuras del Instituto de Política Económica), el acuerdo dejó intactos por el momento los entitulamientos más básicos. Pero la batalla sobre estos, así como las demandas demócratas por aumentar ingresos por medio de impuestos a los ricos y a las corporaciones, será postergada hasta noviembre cuando vuelve a librarse la lucha en la súper comisión del déficit.

Esto les ofrece al presidente y a sus aliados una oportunidad para movilizar al pueblo y exponer a luz de día las metas republicanas, que según las encuestas son muy impopulares. Durante las negociaciones Obama no tuvo otra opción que comportarse de una manera diplomática. A los Republicanos se les criticaban por hacer rabietas y abandonar las pláticas, mientras Obama ganó estatura y respeto.

Pero ya que está hecho este acuerdo mal saboreado, se acabó la hora de la diplomacia y ha llegado la hora de quitarse los guantes y decir la verdad. Los Republicanos ya no son un partido de oposición cualquier, con quienes los Demócratas puedan mantener sus diferencias de una manera amigable y respetuosa. Son extremistas racistas, antiobreros y antidemocráticos que sirven a los multimillonarios de ideología fascista. Trabajan con un demonio por destruir la seguridad económica de la gente trabajadora y por transformar al gobierno en una herramienta abierta del pillaje corporativo.

Sufría la gente trabajadora un gran revés con los comicios del noviembre pasado. La ultraderecha logró aprovecharse de la ira masiva y frustración con la lenta recuperación económica y culparles a los Demócratas por la crisis que fue causada y sostenida por las políticas republicanas. En Ohio, Wisconsin y otros estados, la base demócrata, asaltada por los medios ultraderechistas, no fue a las urnas en números suficientes como para derrotar a la frenética campaña republicana de racismo y mentiras, una campaña subvencionada con dinero corporativo.

El resultado fue una toma de poder republicana en estos estados así como en la Cámara Federal de Representantes, y un asalto amplio, inmediato y sin precedente contra los derechos civiles, democráticos y sindicales.

En Ohio, en solo seis meses  el gobernador John Kasich ha ilegalizado la negociación colectiva para los empleados públicos, ha recortado fondos para la educación, la salud y los servicios gubernamentales locales, ha puesto en efecto una ley de supresión al voto, ha puesto a la venta a recursos claves del estado, ha restringido la libertad reproductiva, ha expandido el derecho a portar armas, y ha abierto los parques estatales a un pillaje despiadado por parte de las compañías de gas.

Si logran los Republicanos apoderarse de la Casa Blanca en 2012 sería como un Kasich pero con esteroides para el país entero. Como advirtió el vicepresidente Joe Biden a la AFL-CIO este marzo, hay que hacer cada esfuerzo por "alejar a los bárbaros de la puerta".

Ya es urgente para el presidente Obama, los Demócratas, el movimiento sindical y todos sus aliados progresistas a movilizar a todos sus fuerzas vivas, revelar el peligro y prepararse para la guerra.

Foto: "Devuélvanos nuestros trabajos: Maestros y otros trabajadores públicos hacen plantón en las calles de Chicago este 14 de junio. Foto People's World