“Estoy aquí para asegurarles a todos que los rumores de que la Ley de Libre Opción para Empleados está muerta es prematuro”, dijo Arlene Holt-Baker, vicepresidenta ejecutiva de la AFL-CIO, en una reunión de dirigentes de la lucha por los derechos civiles en Washington la semana pasada. Los activistas en la Conferencia de Liderazgo sobre Derechos Civiles agregaron sus voces en apoyo al proyecto de ley.
Las palabras de Holt-Baker fueron en reacción a reportes noticiosos de que dos senadores, Arlen Specter (republicano por Pensilvania) y Blance Lincoln (demócrata por Arkansas) dieron vuelta y ahora no apoyan la legislación.
Los sindicatos y sus aliados están aumentando la presión en los estados donde las grandes corporaciones están presionando a los legisladores para que se opongan al proyecto.
Cientos de trabajadores marcharon hasta el edificio federal en al capital de Pensilvania, Harrisburg, el 8 de abril para reclamarle a Specter que apoye el proyecto. Los trabajadores vinieron de una docena de sindicatos diferentes.
Los obreros siderúrgicos se separaron de la manifestación para entregar 4.000 notas escrito a mano a la oficina de Specter.
Hablando de lo que están haciendo los cabilderos de las grandes corporaciones, Tim Waters, del Sindicato de Obreros Siderúrgicos, dijo, “Specter fue amenazado con perder su trabajo, intimado, hostigado, etcétera – igual como hacen con los obreros que se quieren organizar en sindicatos. Esta intimidación lo hizo cambiar de punto de vista. Ahora él entiende un poco lo que los trabajadores pasan cada día y lo necesitamos para que regrese a respaldar este proyecto como él lo ha hecho desde el 2003”.
Las 12 uniones laborales que participaron en la actividad en Harrisburg han hecho siete otras manifestaciones en el estado, exigiendo que Specter cambie su posición.
En Arkansas, Lincoln había desafiado a la compañía que más gente emplea en su estado, Wal-Mart, en el 2007 al votar a favor de que sea más fácil para que los empleados puedan unirse a un sindicato. Ahora, después de presión desde la derecha y las corporaciones que están gastando millones de dólares, Lincoln, Mark Pryor de Arkansas, y Mary Landrieu de Louisiana, todos demócratas, dicen que tienen dudas sobre el proyecto de ley.
Ahora los activistas y líderes pro derechos civiles están poniéndoles presión a sus legisladores en Arkansas y Louisiana para que apoyen el proyecto.
William Lucy, presidente de la Coalición de Sindicalistas Negros y secretario tesorero de la Federación de Empleados de Estados, Municipios y Condados, dijo, “Vamos a luchar desde cada iglesia y organización social en esos estados. No es aceptable que ningún senador o congresista de Arkansas o Louisiana o esté indeciso o se oponga”.
Lucy dijo, “Les haremos entender que la población negra de sus estados quieren y necesitan este proyecto y no aceptaremos nada menos que su apoyo total por el proyecto”.
Él dijo que esta advertencia también iba para los otros senadores indecisos, inclusive a Diane Feinstein de California, y otros estados con gran número de afronorteamericanos.
Wade Henderson, presidente de la Conferencia de Liderazgo sobre Derechos Civiles, dijo, “El derecho de trabajadores poder formar sindicatos y la promulgación de la Ley de Libre Opción para Empleados para garantizar ese derecho es sin pensarlo la cuestión de derechos civiles más importante de este siglo”.
Desde los primeros días del movimiento por los derechos civiles, dijo, ha habido dos cosas necesarias por los negros “que buscaban ser parte de la gran clase media norteamericana – una cédula de votante y un carnet de sindicato”.
La Ley de Libre Opción para Empleados permitiría que los trabajadores puedan formar un sindicato cuanto la mayoría firme tarjetas mostrando apoyo por el sindicato.
En las últimas dos semanas ha habido más de 300 actividades de apoyo a la medida mientras los legisladores pasaban dos semanas en sus distritos electorales.
Cientos de cartas y tarjetas postales han sido entregadas a casi todos los legisladores en la Cámara de Representantes y el Senado.
Los partidarios del proyecto se sienten optimista. El presidente Obama ha prometido firmar la ley como firmó otra ley fortaleciendo el derecho de trabajadores pelear por discriminación en pago y las cuatro órdenes presidenciales que fortalecen los derechos laborales.
Bill Samuel, director legislativo de la AFL-CIO, dijo en una entrevista telefónica que no está preocupado por unos cuantos demócratas indeciso. “Hay legisladores que prefieren estar como escondidos detrás de la cortina hasta que se acerque la hora de votar”, dijo él. “Tenemos mucha confianza”.
Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en el Senado, dice que espera que el Senado pueda considerar el proyecto antes de agosto y que haya suficiente votos para poner fin al debate y aprobar la medida.
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