Para ganar, hay que ponernos positivos

La Ley de Trabajos Norteamericanos [American Jobs Act] es el filo de vanguardia de la lucha por los trabajos. Es el terreno a donde se pueden atraer a millones a la lucha por crear trabajos y reconstruir nuestra infraestructura nacional.

La AFL-CIO la esta abrazando y promoviendo. Otros van a subir abordo también mientras gane ímpetu la campaña por los trabajos.

La Ley de Trabajos, introducido por el Presidente Obama en un discurso conmovedor y apasionado a una sesión conjunta del Congreso, no va tan lejos que algunas otras propuestas por crear trabajos. Los planes ofrecidos por el Comité Afronorteamericano del Congreso [Congressional Black Caucus], el Comité Progresista, la AFL-Cio y la congresista Jan Schakowsky, Demócrata por Illinois, son más ambiciosos y reconocemos que contienen más soluciones a fondo. Pero la dura realidad es que ninguno de estos últimos tienen la más mínima posibilidad de ser aprobados en el Congreso dado el balance actual de fuerzas en el mismo, y en especial en la Cámara de Representantes.

Pero la propuesta del presidente sí tiene posibilidades. Las varias provisiones de la propuesta de ley pueden atraer un amplio apoyo, incluso de los moderados políticos de ambos partidos.

Aun para este plan el camino será duro. Los Republicanos, aunque al comenzar hacían ruidos conciliatorios, ya están determinados a no darle al presidente un récord positivo para utilizar en su campaña electoral. Creen ellos que un presidente sin éxitos, especialmente en un período de crisis, no será reelegido.

El hecho de que una postura así les pueda infligir más sufrimiento a millones de gente que ya están sufriendo a estos les importa un bledo

En realidad, desde su punto de vista, con peores condiciones económicas, mejores serán sus oportunidades para reganar la Casa Blanca y el Congreso en el 2012.

¿Irresponsable? Sí. ¿Cínico? Sí, hasta diabólico, pero como puro cálculo político contiene alguna verdad. Si a la gente norteamericana no se les convence de otra manera, muy fácilmente puedan llegar a culparle al presidente por la crisis económica cuando vayan a las urnas el año que viene. En pleno momento de crisis pocas veces bastan las buenas posiciones políticas y los discursos más elocuentes para atraer a los votantes.

Es por cierto que el presidente, quizás aun más que nosotros los demás, está bien consciente de esto.

Y es por eso que parece resuelto a tomar la iniciativa en las principales cuestiones económicas que enfrentan a la nación. Resulta evidente que ya no está dispuesto a dejarles a los Republicanos encuadrar la agenda política.

En verdad, su discurso de la semana antepasada sobre los trabajos, y su apoyo para un impuesto especial sobre los millonarios (la opción Buffet) esta semana, puso a los líderes republicanos a la defensiva por primera vez desde 2010 cuando recapturaron control sobre la Cámara Baja.

A nosotros no nos va gustar todo lo que proponga el presidente, en especial los recortes a Medicare y Medicaid, y debemos movilizarnos para que sean abandonadas esas ideas. Pero a la misma vez eso no debe ser obstáculo a nuestro apoyo a todo corazón a la Ley de Trabajos Norteamericanos y al impuesto a los millonarios.

La izquierda no debe contraponer lo perfecto a lo posible. Es contraproductivo. Ni tampoco debemos "maldecir" las iniciativas de Obama sobre impuestos y trabajos "con apoyo débil," una táctica que ya se ha empleado demasiadas veces sin buen efecto ninguno.

Una campaña positive y robusta a favor de las medidas de Obama por trabajos y impuestos a los ricos pondrá viento en las velas del presidente, les dará esperanza a la gente, y mejorará las oportunidades para una victoria popular para el año que viene.

Sam Webb es el presidente nacional del Partido Comunista de los Estados Unidos.

swebb@cpusa.org